En menos de un mes, exactamente en la noche del domingo 11 de agosto, los argentinos tendrán una foto muy elocuente de su panorama electoral: ese día se celebrarán y se conocerán los resultados de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). Si bien en estos comicios no se definirá ninguna primaria intrapartidaria –en parte, en una contradicción del sentido original de esta instancia electoral–, por su carácter obligatorio les dará a todos una idea muy aproximada de lo que puede suceder dos meses y medio más tarde, en los comicios presidenciales fijados para el domingo 30 de octubre.

El mano a mano en el camino a la Casa Rosada está marcado desde hace largo tiempo: los ciudadanos argentinos deberán elegir entre darle un nuevo mandato al actual presidente Mauricio Macri o apoyar la candidatura que encabeza el peronista Alberto Fernández junto a la ex presidenta Cristina Fernández como postulante a la vicepresidencia.

Con este escenario, la campaña electoral toma cada vez más intensidad y, en ese marco, ayer trascendieron declaraciones de Macri, quien criticó a Alberto Fernández y atacó con particular dureza a uno de sus enemigos ideológicos más enconados: los sectores sindicales. Durante la grabación de una entrevista con el programa En diálogo con Longobardi, de la cadena CNN –que se emitirá el domingo–, el presidente fue muy duro con su adversario electoral Alberto Fernández. Macri recordó que cuando él era jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y Fernández era jefe de gabinete de la presidenta Cristina Fernández, mantuvieron un par de reuniones y fueron, a juicio del hoy presidente, “una peor que la otra”. “Todas las cosas que me dijo eran falsas. Todo en lo que se comprometió era mentira. No fueron reuniones felices”, agregó.

Más duro aun fue el mandatario con los líderes sindicales Hugo Moyano (gremio de camioneros), Sergio Palazzo (del gremio bancario) y Pablo Biró (de los trabajadores aeronáuticos), a los que llamó, lisa y llanamente, “patoteros”. Luego de que se hicieran públicos los dichos de Macri, la respuesta desde los sindicatos no demoró en llegar. El secretario general del gremio de canillitas, Omar Plaini, consideró que el gobierno “provoca” a los sindicalistas para “generar violencia”. “Hay una ofensiva del gobierno. El objetivo es que no haya sindicatos. Quieren organizaciones débiles, y todo el tiempo están buscando cómo provocar, cómo generar violencia”, remarcó Plaini en Radio 10. “En este gobierno son los proxenetas de la desdicha de la mayoría, eso es hoy Cambiemos. No entremos en el juego de provocación de un gobierno que se sabe derrotado”, agregó.

Mientras tanto, el secretario general del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires, Roberto Baradel, quien ha tenido duros cruces con Macri, compartió la idea de que el gobierno busca eliminar los sindicatos, “que no le discutan la posibilidad de distribuir la riqueza” ni la “acumulación de ganancias”. “Por eso los ataques son tan virulentos contra los dirigentes que levantamos la voz para defender los derechos de los trabajadores y no nos callamos la boca”, agregó.

Ayer también habló Alberto Fernández, quien en una entrevista radial con El destape explicó alguna de las políticas que piensa aplicar si es elegido presidente. El precandidato del Frente de Todos comparó la situación actual con la que se vivía en 2003, año en que asumió la presidencia Néstor Kirchner, con el propio Fernández como jefe de Gabinete. “Tenemos que restablecer las cinco reglas que pusimos en diciembre de 2003, porque el escenario es muy parecido. Tenemos que defender la economía, poner dinero en el mercado para que la gente consuma y la economía se mueva. Vivimos en un país que consume 70% de lo que produce. Si atacás el consumo, atacás la producción. Tenemos que revivir el consumo y la producción. Para eso, hay que respetar cinco reglas: no tener déficit fiscal; no tener déficit comercial; acumular reservas; tener un dólar competitivo, que nos permita exportar; tenemos que desendeudarnos. Son las cinco reglas que pusimos en ese momento y que vamos a seguir siempre”, explicó.

Además de esos cinco puntos, Fernández habló del problema del acceso a la vivienda y anunció la creación de un ministerio específico para ocuparse de este tema. “Hay que organizar las cosas para que todos tengamos un techo en la Argentina. Es un tema tan grave, que tenemos la obligación de construir una alternativa; pensar en el hábitat y la vivienda como un tema central. Para eso, debemos formar un ministerio que se ocupe sólo de solucionar el tema de la vivienda; que sólo piense en eso”, afirmó.