Rara vez una planta que se cultiva con un fin comercial que no sea el culinario termina en nuestra alacena, pero es el caso de la flor de Jamaica. Esa que está en la base del té más rico de Egipto desde la época de los faraones, y del agua más fresca de México, hoy se encuentra a lo largo y ancho del mundo. Sin embargo, tiene una historia bien diferente. De la familia del algodón, de su tallo largo se extrae una fibra muy similar al yute y de ahí, un derivado para la producción de hilos para lograr la arpillera. Los egipcios, que sabían mucho de hilados, a la hora de cosechar, removían los cálices de color rojo intenso y los dejaban secar. Al mojarse, desprendían un color igual de intenso: de allí nació lo que conocemos como té de flor de hibisco. Vale aclarar que esta planta nada tiene que ver con la flor de hibisco que tenemos en el jardín, ya que hay algo así como 135 especies diferentes. Es curioso que las variantes hayan llegado a distintas geografías gracias a la producción de arpillera, y actualmente se cultiva en India, México, Tailandia, el Caribe, África y Europa.

En Egipto es muy común tomar té de hibisco con una gran cantidad de azúcar; incluso es una bebida tradicional en las bodas, como un buen augurio. Cuando el consumo en una casa es bastante importante, las flores se conservan en heladera para luego cocinar. Su aroma es algo ácido y quizá nos recuerde al metal, pero momentos más tarde encontraremos algo floral. En boca, es astringente, aunque al consumirlo nos brinda una sensación de frescura e hidratación única. Sus usos en la cocina no se limitan al agua y al té; las flores se aplican en platos, salsas, coctelería y repostería.

Consejos

  • Se suele picar una cantidad importante de flores de hibisco para saltear con cebolla, ajo, chile y agregar en una quesadilla.
  • También se puede incorporar flores a un relleno de carne o salteadas de verduras.
  • Para salsas para helado se usa una taza de azúcar, una taza de agua y ½ taza de flores.
  • Para hacer flores confitadas: una taza de flores, una taza de agua, una taza de azúcar rubia y ½ taza de miel. Se lleva a fuego como para preparar almíbar, dejando reducir a la mitad. Este jarabe se puede usar en tragos.

Agua de Jamaica

Ingredientes | 2 tazas de flor de Jamaica. 1 litro de agua. ¾ taza de azúcar o miel.

Procedimiento | Lavar las flores secas bajo la canilla y reservar. Colocar el agua en una olla e incorporarle las flores. Comenzar a calentar y dejar hervir durante 15 minutos. Apagar el fuego y dejar hasta que esté tibia; luego, colar y colocar en una jarra de 2 litros. Agregar a la agua el azúcar o miel, medio litro más de agua y el hielo. Mezclar. Servir fría.