Traducido por la diaria por acuerdo con The Intercept

El fiscal Deltan Dallagnol cobró por dar una charla en una empresa investigada por corrupción en el marco de la operación Lava Jato, que él comanda en Curitiba. Dallagnol recibió 33.000 reales de Neoway, una compañía de tecnología, cuando la empresa ya había sido citada en una declaración que tuvo como protagonista a Cândido Vaccarezza, el ex jefe de bancada del Partido de los Trabajadores (PT) en la Cámara de Diputados que fue preso en 2017, y en negociaciones en BR Distribuidora, una subsidiaria de Petrobras recientemente privatizada.

No se trató sólo de la charla, que dio en marzo de 2018. Dallagnol también acercó a otros fiscales a Neoway con la intención de comprar productos para que los utilizara la operación Lava Jato. Además, llegó a grabar un video para la empresa, recomendando el uso de productos de tecnología en las investigaciones. Neoway vende programas de análisis de datos.

Cuando finalmente se dio cuenta de que había recibido dinero y hecho propaganda gratis para una empresa investigada por la operación que él comandaba, el fiscal lo confesó a colegas: “Esto es un pepino [en referencia a un problema] para mí. Es una brecha que puede ser usada para atacarme, porque di una charla remunerada para Neoway [...], jamás imaginé que podría aparecer o que estaría en alguna declaración”. Sin embargo, sólo le escribió al ente que controla al Ministerio Público para entregar “información sobre declaración de sospecha por motivos íntimos” un año después, cuando el proceso fue separado en partes por el Supremo Tribunal Federal y uno de esos segmentos fue remitido a la operación Lava Jato de Curitiba.

Los diálogos forman parte de un paquete de mensajes que The Intercept comenzó a revelar el 9 de junio. Los archivos reúnen chats, fotos, audios y documentos de fiscales de la Lava Jato compartidos en varios grupos y chats privados de la aplicación Telegram.

Neoway en un esquema de corrupción

La primera mención a Neoway en los chats secretos de la Lava Jato fue hecha dos años antes de la charla de Dallagnol, el 22 de marzo de 2016, en un grupo de Telegram llamado “Acuerdo Jorge Luz”. El grupo fue creado para que los fiscales de la Lava Jato discutieran los términos de la declaración como testigo de Jorge Antonio da Silva Luz, un operador del partido político Movimiento Democrático Brasileño que intentaba negociar una declaración a cambio de una reducción de pena. Dallagnol participaba activamente en el grupo.

Aquel día, el fiscal Paulo Galvão mandó un documento que contenía la primera versión de lo que luego sería la declaración de Luz sobre diversas empresas, entre ellas Neoway. En el documento, el candidato a delator contaba: “Me acuerdo todavía de un proyecto de tecnología de Petrobras con la empresa Neoway, recurrí a Vander Loubet [diputado federal por el PT] y a Cândido Vaccarezza [ex diputado del mismo partido] para que me ayudaran agendando una reunión en BR Distribuidora [una subsidiaria de Petrobras]. Se hizo la reunión, recibí plata por esa presentación y repartí una parte con ellos. Posteriormente la tecnología fue contratada sin mi interferencia ni la de los diputados”.

Dallagnol ya estaba en el grupo cuando los documentos fueron enviados. Fue él quien envió los primeros testimonios de Luz, que habían sido rechazados anteriormente y ayudarían a lanzar una nueva tanda de detenciones.

El fiscal se volvió a manifestar en el chat el 6 de julio de 2016. “Estimados, ¿confirman que las negociaciones con Luz fueran cerradas? Si es así, ¿alguien le dice a Luz que las negociaciones fueron cerradas? Eso debe quedar bien claro con los abogados antes de que retomemos las acciones”, dijo.

Meses después, el 24 de abril de 2017, en el mismo grupo de Telegram, el fiscal Galvão envió un nuevo documento que contenía nuevas declaraciones de la propuesta de colaboración del lobista Luz. El archivo, titulado “Nuevos anexos y complementos”, según los metadatos fue escrito por los abogados de Luz. El documento traía detalles inéditos sobre los negocios que involucraban a Neoway en un esquema de corrupción. En ellos, Jorge Luz afirmaba: “Le pagué a Vaccarezza para ordenar el negocio. No me acuerdo del año, [...] todo lo relativo a Neoway fue hecho con contratos ejecutados en Brasil por empresas brasileñas, pero creo que fue alrededor del año 2011-2012”.

En abril de 2019 el ministro del Supremo Tribunal Federal Edson Fachin determinó que los trechos del testimonio de Luz relativos a Neoway dieron origen a un proceso específico en el Supremo Tribunal Federal que se mantiene en reserva, pero estaba anexado a las conversaciones obtenidas por The Intercept.

“Esto es un pepino para mí”

Aparentemente, Dallagnol y sus colegas de Curitiba se olvidaron de la investigación sobre Neoway cuando, el 5 de marzo de 2018, el coordinador fue contratado para dar una charla para la empresa y lo celebró enviando un mensaje al grupo “Incendiários ROJ”, que reunía a fiscales de la Lava Jato. Dallagnol demostró entusiasmo y mencionó al dueño de la firma, Jaime de Paula, que también fue citado en la declaración de Luz: “Miren qué bueno. El viernes voy a dar una charla a Neoway, de Jaime de Paula [...]. Neoway es la empresa de soluciones de big data que atiende a 500 grandes empresas, incluyendo grandes bancos, etcétera”.

El fiscal Júlio Noronha, también integrante de la Lava Jato, sugirió entonces que Dallagnol intentara marcar una reunión con el dueño de Neoway para hablar sobre sus productos para un proyecto de la Fiscalía llamado Laboratorio de Investigación Anticorrupción. Dallagnol estuvo de acuerdo y afirmó que iba a intentar agradarle al empresario.

Cuatro días después, Dallagnol dio la charla para Neoway en un evento llamado Data Driven Business, en Florianópolis. La estrategia que trazó funcionó: al final de esa misma noche, se comunicó con sus colegas en otro grupo para organizar una reunión con los representantes de la empresa. “Estimados, ¿pueden recibir a Neoway, de big data, el lunes para presentar sus productos? ¿O el miércoles?”.

El fiscal afirmó que la compañía evaluaba entregar los productos gratuitamente. “Como hice un contacto bueno aquí, valdría la pena estar juntos. Ellos están considerando hacerlo como un gesto, y el Ministerio Público está contratando sin exigencias”.

Hubo un impasse en cuanto a la fecha de la reunión, y Dallagnol dijo que ellos deberían ser rápidos para no perder la oportunidad. “Mi única preocupación es perdernos su buena voluntad”, manifestó. Noronha estuvo de acuerdo y respondió, entre risas: “Tenemos que volver a ganárnoslos cuando nos encontremos”.

Los diálogos y documentos analizados por The Intercept y Folha de São Paulo indican que la reunión fue realizada y la idea de integrar a Neoway al proyecto de sistema de datos de la Fiscalía ganó fuerza en la interna.

Sólo cuatro meses después de haber vendido su charla para Neoway –y ya en medio de las negociaciones para la adquisición de los productos de la empresa– Dallagnol abrió el Telegram y dijo a los fiscales que había descubierto que la empresa era citada en la declaración premiada del lobista Jorge Luz recién en aquel momento. “Esto es un pepino para mí”, afirmó entonces. Era 21 de julio de 2018.

A pesar de eso, fue recién el 4 de junio de 2019 –casi 11 meses después– que Dallagnol envió un oficio a un integrante del ente que controla al Ministerio Público Federal, Oswaldo José Barbosa Silva. Allí, le confesaba que el 3 de marzo de 2018 (o sea, hacía un año y tres meses) había participado “en el congreso anual de la empresa Neoway [...] realizando una charla remunerada por el valor de mercado sobre el combate a la corrupción y la ética en los negocios”. Agrega: “En la fecha de la charla, la empresa no era investigada en el ámbito del equipo de tareas de la Lava Jato y yo no sabía que sería mencionada en el futuro en una declaración premiada que sería firmada por la Fiscalía General de la República en Brasilia. En el sistema que contiene información sobre las declaraciones de la Lava Jato y en su base de datos no constaba ninguna mención a la existencia de una declaración sobre la empresa que me pudiese indicar la existencia de un potencial conflicto de intereses”, agregó.

Pero Neoway ya había aparecido en documentos oficiales en dos ocasiones. La primera vez fue en el borrador de la declaración de Luz, un documento creado en marzo de 2016 según los metadatos del archivo. La segunda fue en otro documento, creado en abril de 2017, que contenía nuevas declaraciones del lobista. Hay otro período que vale la pena advertir: Dallagnol envió su confesión voluntaria al ente que controla el Ministerio Público sólo cinco días antes de que The Intercept comenzara a publicar información sobre los chats de la operación Lava Jato en Telegram.

“Deltan no quiere... el problema de Neoway”

En agosto de 2018 los fiscales iniciaron una conversación sobre quién iría a trabajar en los casos relativos a Jorge Luz, y Neoway volvió a aparecer cuando el fiscal Paulo Galvão les preguntó a sus colegas: “¿Ustedes no prefieren quedar por fuera de [los casos de] Luz?”. Laura Tessler sugirió que todos los fiscales del equipo trabajaran en el caso, pero Galvão recordó la charla de Dallagnol y agregó: “Deltan no quiere... el problema de Neoway”. Enseguida Dallagnol mostró su incomodidad con la situación. “Quiero distancia”, escribió. Finalmente, la fiscal Jerusa Viecili indicó los nombres de siete fiscales para trabajar en los procesos de Luz y remató: “Mejor dejar por fuera a quien tuvo contacto con Neoway”.

El video grabado por Dallagnol a pedido de Neoway en el evento de la empresa en marzo de 2018 también generó debate en los chats. “La tecnología es esencial para que podamos avanzar contra la corrupción en investigaciones como la Lava Jato, por ejemplo. Hoy lidiamos con una inmensa masa de datos [...] y si queremos investigar mejor, tanto en el ámbito público como el privado, debemos usar sistemas de big data”, dice en el video.

En la semana siguiente al evento, Dallagnol recibió la grabación hecha por la empresa y pidió que un asesor de prensa de la Fiscalía avalara lo que decía. El fiscal le dijo a ese asesor que le preocupaba parecer un propagandista de la Neoway, a pesar de no haber citado expresamente a la empresa en el video. “Me quedé un poco preocupado porque quedó como que estoy vendiendo los productos de ellos, pero no fue a propósito. Di respuestas sinceras a las preguntas, pero encaja perfectamente con lo que ellos venden que son sistemas de big data”, dijo riéndose. El asesor no hizo críticas al contenido del video, que fue publicado en el canal de Neoway en Youtube.