Las calles de San Juan, la capital y principal ciudad de Puerto Rico, vienen siendo en los últimos días escenario de grandes protestas populares pidiendo la renuncia de Ricardo Roselló, gobernador de esta isla caribeña, cuyo estatus oficial es el de Estadio Libre Asociado a Estados Unidos.

Roselló, quien ocupa el cargo desde enero de 2017, es acusado de corrupción y además tiene sobre sus hombros el peso de haber gestionado muy mal la crisis humanitaria que se produjo en Puerto Rico luego del devastador huracán María, que mató a casi 3.000 personas y produjo daños materiales estimados en más de 90 mil millones de dólares. Pero más allá de los errores en su función política, lo que encendió la chispa de la bronca entre los boricuas fue la divulgación el pasado 13 de julio por parte del Centro de Periodismo Investigativo de una larga serie de chats privados de la red Telegram en los cuales Roselló y un círculo de colaboradores emplean vocabularios soez, misógino y homófobo para referirse a opositores políticos y también a otras prominentes figuras de la sociedad puertorriqueña.

Según informó The New York Times, los mensajes de chat y los arrestos de seis personas vinculadas al gobierno de Rosselló a principios de este mes fueron la gota que derramó el vaso para muchos puertorriqueños, que reaccionaron al no poder seguir tolerando la burla, la vulgaridad y la corrupción, real o percibida, de los líderes que deberían estar luchando por ellos, tanto en Washington como en San Juan.

Roselló, cuyo mandato finaliza en el año 2020, ha dicho que renuniciará a su cargo, al que accedió sin la participación del electorado, sino que fue directamente designado desde Estados Unidos para administrar las finanzas del gobierno de la isla, que les debe a sus acreedores más de lo que puede pagar. Mientras Puerto Rico batalla para resolver su crisis de la deuda, las autoridades implementaron una serie de medidas impopulares como el despido de miles de empleados públicos, acompañado de un proceso de pauperización de la vida de buena parte de la población de la isla en la que habitan algo más de 3 millones y medio de personas.

El lunes en el marco de un paro general las protestas fueron masivas y tuvieron un toque particular porque al frente de la movilización estuvieron los cantantes Ricky Martin, Benito Martínez (Bad Bunny) y René Pérez Joglar (Residente), quienes se pronunciaron contra el gobierno de Rosselló desde días antes y se presentaron al frente de la multitud subidos a un camión. Ricky Martin, una de las personas aludidas en los chats de Roselló.

El cantante de “Livin’ la vida loca” es una de las personas ridiculizadas por su orientación sexual en el chat de Rosselló tuiteó: “Ricardo Rosselló, no solamente eres cínico, también eres maquiavélico”. Algo más duro fue Residente, quien a través de su cuenta en Instagram le dijo al gobernador: “No es solamente los chats y hablar malo, cabrón. Yo hablo malo”, dijo en su Instagram. “Es por toda la corrupción que hay detrás de ti (…) Gente murió por tu cabrona culpa, por no poder organizar las cosas bien”.