El sábado la campaña de Mauricio Macri para la reelección recibió un fuerte impulso, en una concentración que reunió a unas 50.000 personas en el Obelisco porteño y en plazas de distintas ciudades argentinas, después de una convocatoria que no estuvo exenta de polémica.

“Defender la República”, “mostrar que somos muchos más los que queremos un país democrático, republicano y decente”, “basta de impunidad”, “tenemos el derecho y el deber de la esperanza” y “República o autoritarismo”, fueron algunas de las frases utilizadas por quienes convocaron a la movilización de este sábado. Las figuras más visibles de la marcha eran el actor Luis Brandoni y el director de cine Juan José Campanella, reconocidos por su afinidad al gobierno de Macri y por ser muy críticos con los gobiernos de Cristina Fernández, a los que acusan de no ser democráticos. Ninguno de ellos estuvo en Argentina el sábado, por lo que no participaron de la concentración, que proponía como punto de encuentro el Obelisco, o cualquier plaza.

“Hay que prepararnos para la [elección] del 27 de octubre, con fiscales en todas las mesas, convencidos y seguros: perdimos la República muchas veces: otra vez no”, dijo Brandoni en un video que se viralizó la semana pasada y que lo llevó a tener cruces de declaraciones con decenas de personas en Twitter.

El argumento de la defensa de la República fue utilizado de forma reiterada en la campaña previa a las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), en las que Macri obtuvo 32,1% de los votos, muy por detrás de la fórmula integrada por Alberto y Cristina Fernández, que reunió 47,7%, un resultado que si se repitiera el 27 de octubre le daría la victoria a la oposición en primera vuelta. La distancia que mostró el resultado fue sorpresiva para muchos, y varios analistas, periodistas y hasta asesores de campaña dijeron que se debía, entre otras cosas, a que el oficialismo recurrió constantemente a “la grieta”, o “el discurso del miedo”, para defender su continuidad. “Ellos o nosotros”, “mantener el cambio”, “no retroceder” fueron algunas de las frases que se utilizaron en el oficialismo antes de las PASO, y a las que algunos volvieron a recurrir después. Uno de esos casos fue el de Elisa Carrió, que en la reunión de gabinete ampliado que se hizo una semana después de las PASO dio un encendido discurso que generó efectos muy dispares en filas oficialistas. “A nosotros no nos van a sacar de Olivos los que nos quieren mover; nos van a sacar muertos”, dijo la líder de la Coalición Cívica, que forma parte de la coalición de gobierno Cambiemos. “En octubre les ganamos por paliza”, fue otra de sus frases en un discurso en el que exigió: “no se borren, los que se borran y especulan son cobardes. ¡Vamos! Este es el momento de la victoria. Esta batalla se gana con el alma, con Dios y con la razón”. Muchos dirigentes del oficialismo criticaron ese discurso en declaraciones a medios de comunicación argentinos, pero pidieron no ser identificados. Argumentaron, entre otras cosas, que el resultado de las PASO demuestra que no funcionó y que alimenta la incertidumbre en los mercados.

De menos a más

La convocatoria inicial de Brandoni y Campanella se multiplicó en las redes, donde se llamaba a movilizarse para manifestar apoyo a Macri y rechazo a un “regreso del kirchnerismo”, tal como denomina el oficialismo al Frente de Todos, liderado por Alberto Fernández. #24AYoVoy y #24AEnTodoElPaís fueron algunos de los hashtag que se utilizaron para generar encuentros en los que la consigna más escuchada era “La vamos a dar vuelta”.

El encuentro era en el Obelisco porteño, desde donde se iría a la Casa Rosada, a unas diez cuadras. La movilización fue creciendo a medida que avanzaba y cuando llegaron a destino contaba con miles de personas.

Los pedidos para bajar el tono que reinaban dentro del oficialismo quedaron en el olvido incluso para Macri, que quiso aprovechar la oportunidad para darse un baño de masas, el único en una campaña caracterizada por los actos a puertas cerradas y el público sentado, o inauguraciones fuertemente custodiadas para evitar eventuales protestas.

El presidente ordenó que se retirara el vallado que rodea la residencia oficial para que la gente pudiera acercarse y salió al balcón acompañado por la primera dama, Juliana Awada. “Si se puede”, gritaba el mandatario mientras besaba la bandera Argentina, visiblemente emocionado. Sin micrófono, Macri optó por grabar un video desde el balcón que compartió en redes sociales. “Decidimos cambiar porque podemos ser mejores, no podemos abandonar, tenemos que seguir juntos, ahora más que nunca, porque tres años es poco para cambiar una historia y la estamos cambiando”, aseguró. “¡Sigamos juntos, que vale la pena!”, concluyó.

A unas cuadras de la Plaza de Mayo, se realizaba una reunión entre el Fondo Monetario Internacional, el nuevo ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, y el presidente del banco central, Guido Sandleris. La delegación, que visita Argentina para evaluar los resultados del plan de ajuste en el primer semestre del año, tiene previsto reunirse esta semana también con representantes del Frente de Todos.