Los gobiernos de Francia, Alemania, Rumania, Portugal, España y Luxemburgo anunciaron que están dispuestos a dar refugio a algunos de los 147 migrantes que estaban a bordo del barco de la ONG española Open Arms, que desde hace algunos días se encontraba recorriendo el Mediterráneo, en procura de ser recibido por algún país.

El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, afirmó que dio la autorización para que el barco pueda llegar a un puerto italiano y comunicó la intención de recibir a algunos migrantes por parte de los mencionados países integrantes de la Unión Europea (UE). En un mensaje dirigido al ministro del Interior, Matteo Salvini, y publicado en las redes sociales, Conte explicó que su intención es trabajar para que los países europeos acuerden un mecanismo permanente de distribución de los migrantes que lleguen a las costas italianas, para que el fenómeno sea gestionado en forma sistematizada por la UE.

La medida adoptada por Conte se tomó con el beneplácito del gobierno alemán de Angela Merkel, que espera que haya un esquema similar de distribución para el Ocean Viking, el barco de Médicos sin Fronteras (MSF) y SOS Mediterranée, que por el momento no se ha materializado. El barco, cargado con 350 migrantes, navega en el área entre Lampedusa, en Italia, y la isla de Malta.

Luego de ser autorizado oficialmente a llegar a Italia, el Open Arms no será castigado siguiendo la nueva ley antimigración del ministro del Interior y líder de la Liga Norte, el ultraderechista Salvini, que prevé multas de hasta un millón de euros para quienes entren sin autorización a un puerto italiano. Obviamente, la medida de Conte profundizó la crisis política interna que vive Italia desde que Salvini pidió una moción de censura contra el gobierno que preside Conte, perteneciente al Movimiento 5 Estrellas (M5S, por sus siglas en italiano), hecho que significó la ruptura de la débil coalición de gobierno que habían establecido el M5S con la Liga.

Los medios italianos reflejaron la indignación de Salvini, quien se expresó en forma iracunda en su cuenta de Twitter. “¿Cómo puede ser que un barco español, de una ONG española, tenga que entrar en las aguas de nuestro país?”, se preguntó Salvini, quien a la vez firmó un nuevo documento oficial para reafirmar la denegación de acceso en contra del Open Arms, decisión que de todas maneras no tuvo efecto.