En una entrevista realizada en la noche del lunes por el programa Roda Viva, del canal TV Cultura, el ex presidente brasileño Michel Temer reconoció que el juicio político que sacó del gobierno a Dilma Rousseff fue un Golpe de Estado.
“Yo jamás apoyé ni hice nada para que se diera el Golpe”, dijo Temer, que asumió la presidencia luego de la destitución de la petista Rousseff en el año 2016. Durante su argumentación, Temer empleó el término “golpe”, algo que nunca había hecho, y además reveló que intentó impedir el avance del juicio político después de una charla telefónica con el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
“La gente decía 'Temer es golpista' y que yo había apoyado el golpe, pero al contrario de eso, nunca apoyé ni me empeñé en que se produjera el golpe”, dijo Temer, quien agregó que “no imaginaba llegar a presidente de esa manera”. Al ser interrogado por uno de los periodistas sobre “si no había conspirado ni un poquito”, el ex presidente afirmó que no.
Temer también dijo que a su entender, si Lula hubiese sido nombrado ministro de Presidencia en 2015, el juicio político contra Dilma difícilmente podría haberse llevado adelante. Al respecto Temer dijo: “Él tenía buenos contactos en el Congreso”. En aquel momento la nominación de Lula para el cargo fue impedida por el Supremo Tribunal Federal después de que el entonces juez Sérgio Moro divulgara una conversación entre el líder petista y Rousseff en la que ambos trataban sobre los términos de posesión del cargo.
Los dichos de Temer fueron respondidos este martes por la ex mandataria, quien se expresó en su cuenta oficial de Twitter: “Michel Temer cometió ayer un nuevo acto de sincericidio en el programa Roda Viva. Admitió que yo sufrí un golpe de Estado y dijo que si Lula hubiera estado en mi gobierno no habría habido impeachment”.
Rousseff dijo además: “Lo que Temer no dijo fue que el golpe de 2016 se produjo para encuadrar a Brasil dentro del neoliberalismo. Y claro, Temer negó haber participado directamente del golpe”.