El sábado, un habitante de la ciudad estadounidense de Odessa, en Texas, abrió fuego contra varias personas desde un vehículo, matando a siete de ellas. El tiroteo se produjo menos de un mes después del tiroteo en El Paso. A raíz de los dos incidentes se registró un hecho inédito en el país norteamericano: las acciones de los fabricantes de velas conmemorativas superaron a las de los fabricantes de armas. Según explicó un experto en economía consultado por The Wall Street Journal, “los mercados esperan que este tipo de matanzas se incremente, por lo que también se incrementarían los homenajes emotivos con velas”. Este pronóstico es compartido por varios activistas contra las armas, quienes están cambiando sus reclamos de mayores controles por pedidos de que bajen los impuestos a las velas. “Hace 30 años que protesto contra las armas, y la cosa está cada vez peor. Yo pienso seguir apoyando la causa, pero me vendría bien algún tipo de alivio económico”, declaró uno de estos activistas.