Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.

Parece que el fin de la primera quincena de enero marcó la plena reanudación de las pujas políticas. En el Frente Amplio (FA), el panorama de las candidaturas a la Intendencia de Montevideo (IM) parecía despejado luego de que se anunció la ausencia -voluntaria o forzada- de Daniel Martínez (que este anunció el 28 de diciembre, día de los inocentes). Todo indicaba que competirían Carolina Cosse, Álvaro Villar y, como tercera opción, Álvaro García o Pablo Ferreri. Pero reapareció el nombre de Martínez, y esto tiene mucho con ver con el proceso de recambio de liderazgos hacia las elecciones de 2024.

Los dos precandidatos confirmados no integran ningún sector, pero hace tres días Ferreri dijo que no expresan a “una sensibilidad de izquierda moderna, de centroizquierda” (digamos, de izquierda “moderada”), y que por eso era conveniente que él o García se postularan.

En octubre del año pasado, el Movimiento de Participación Popular (MPP) fue una vez más el sector más votado del FA y el Partido Comunista creció mucho, pero los grupos alineados tras la candidatura al Senado de Mario Bergara sumaron un respaldo muy importante, en el que muchos vieron el futuro del espacio al que aludía Ferreri, encabezado antes por Asamblea Uruguay. Sin embargo, Bergara coincide hoy con el MPP en el apoyo a Villar, y eso incomoda a otros sectores de ese espacio, convencidos además de que es un error dejar a Martínez, la figura “moderada” con mayor nivel de apoyo electoral, fuera de la competencia por la IM y sin ningún cargo de alta visibilidad.

A la vez, los partidarios de esta tercera opción consideran necesario proponer una continuidad explícita de la gestión de Martínez, y opinan que eso no se adecua a las características de Villar y Cosse. Como es obvio, nadie puede realizar mejor esa tarea que el propio Martínez.

Ahora se complica aún más la situación en el Partido Socialista, donde la corriente “renovadora” quedó muy desconforme con el modo en que manejó la cuestión de las candidaturas a la IM el secretario general, Gonzalo Civila, a quien responsabilizan -aunque no lo digan en voz alta- de obstaculizar la postulación de Martínez, para que el sector decidiera, como lo hizo por mayoría, apoyar a Cosse.

Para Martínez, que cultiva una imagen muy asociada con la tenacidad para superar circunstancias adversas, esta vuelta de tuerca marca una nueva chance para mantenerse en los primeros planos, y en la carrera hacia las próximas elecciones nacionales.

También venía bastante apacible la interna de la “coalición multicolor”, aunque era previsible que empezara a agitarse con la discusión del proyecto de ley de urgente consideración, a partir del 22 de enero, y también con la definición pendiente de quiénes ocuparán una gran cantidad de puestos en ministerios, en directorios de la administración descentralizada y en otros organismos. Ayer comenzó este proceso. Luis Lacalle Pou afronta presiones de sus socios colorados, que quedaron desconformes con la cantidad de cargos que se les adjudicaron en la cúspide de los ministerios, y reclaman una compensación en la segunda tanda de designaciones anticipadas.

Hasta la próxima.