Los 22 miembros del gobierno que presidirá el socialista Pedro Sánchez, los cuatro vicepresidentes y los 18 ministros, tomaron juramento de sus cargos ante el rey Felipe VI en una ceremonia realizada en el Palacio de la Zarzuela, residencia oficial del monarca. La asunción del gabinete, surgido luego de un acuerdo de coalición –algo inusual en el mundo político español– entre el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Unidas Podemos (UP), pone fin a más de ocho meses de bloqueo político y dos elecciones generales, las realizadas en abril y noviembre del año pasado.

El nuevo Ejecutivo se enfrenta a dos retos principales: encarar y resolver de la mejor forma posible la crisis política de Cataluña tras el proceso secesionista ilegal de 2017 y, por otra parte, conjugar las mejoras en los servicios sociales con el mantenimiento de los lineamientos exigidos por la Unión Europea, además de resolver de buena manera la reforma laboral y jubilatoria.

En la ceremonia de este lunes, realizada en la Zarzuela, todos los vicepresidentes y ministros prometieron “guardar y hacer guardar la Constitución”, con “lealtad al Rey”, más allá de que varios de los que juraron son connotados republicanos y algunos incluyeron la denominación “Consejo de ministras y ministros” en su declaración. El primero en utilizar esta expresión fue el líder de UP, Pablo Iglesias, que se desempeñará como vicepresidente segundo de Derechos Sociales y Agenda 2030. Además de Iglesias, habrá otros cuatro integrantes de Podemos en el flamante gobierno español: Irene Montero será la ministra de Igualdad; Alberto Garzón, el ministro de Consumo; Yolanda Díaz tendrá a su cargo la cartera de Trabajo; y Manuel Castells encabezará el Ministerio de Universidades. Este lunes tanto Iglesias como Garzón, quien está dentro de la coalición UP pero es el líder de Izquierda Unida, lucieron en las solapas de sus sacos un pin con un triángulo rojo invertido, símbolo de la lucha contra el fascismo: este emblema era el que les colocaban los nazis a sus prisioneros por motivos políticos en los campos de concentración.

Según consignaron medios españoles, los 22 funcionarios que juraron sus cargos este lunes cruzaron el Salón de Audiencias hasta la mesa sobre la que se encontraba depositada únicamente la Constitución –no estaba la Biblia ni tampoco ningún crucifijo– abierta en el artículo 100, que es el que establece que los ministros serán nombrados por el rey a propuesta del presidente del gobierno.

Después de la promesa, el rey saludó uno a uno a los miembros del nuevo gobierno una vez que han tomado posesión de sus cargos, y a todos ellos les dirigió las mismas palabras: “Enhorabuena y mucha suerte”.

En la ceremonia, además del rey Felipe VI, participaron los máximos representantes de los tres poderes del Estado: el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; las presidentas del Congreso y del Senado, Meritxell Batet y Pilar Llop, respectivamente; y los presidentes del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Lesmes, y del Tribunal Constitucional, Juan José González Rivas.

En marcha

Este martes se celebrará la primera sesión del flamante Consejo de Ministros, para aprobar los decretos sobre la estructura del nuevo gobierno, y el viernes el gabinete presidido por Sánchez se volverá a reunir para lanzar las primeras medidas del mandato.

Uno de los primeros en comenzar a ser tratado por el nuevo gobierno será el de la cuestión catalana, acuerdo al que llegaron el PSOE y Esquerra Republicana de Catalunya para hacer posible la investidura de Sánchez como presidente. Según el pacto entre los partidos, dos semanas después de la asunción del gobierno se pondrían en marcha negociaciones entre representantes de los bloques para lograr una solución política al conflicto que se vive desde hace largos meses en esa comunidad autónoma.

Luego de tomar posesión en su cargo como vicepresidenta primera del nuevo ejecutivo, este lunes la socialista Carmen Calvo dijo, en una conversación informal con periodistas, que tiene entre sus prioridades avanzar en la resolución del conflicto político en Cataluña. Calvo dijo que esa cuestión quedará bajo el “paraguas” de sus competencias, pese a que el propio Pedro Sánchez vaya a pilotar toda la negociación. Calvo ha asegurado en este sentido que, al margen de la reunión prevista entre Sánchez y el presidente de la Generalitat, Quim Torra, la mesa de diálogo entre ambos gobiernos ya se puede poner en marcha. “Ya somos gobierno, ya nos podemos sentar”, puntualizó. Calvo manifestó que la reunión con Torra podría realizarse aun antes de que se ponga en marcha la mesa de negociación entre los gobiernos de España y Cataluña comprometida en el acuerdo de investidura. “No tengo problema en quedar con Torra, en Madrid o en Barcelona, en función de las agendas”, aseguró Sánchez. Precisamente, que la cita tuviera lugar en Barcelona fue la propuesta que le hizo Torra en su última conversación telefónica.