El presidente Sebastián Piñera envió al Congreso una reforma del sistema de pensiones, uno de los principales reclamos de las protestas, que están por cumplir tres meses.

La iniciativa implica aumentar las cotizaciones de 10% a 16% a costo del empleador. De ese incremento, una mitad irá a la cuenta de ahorro individual del trabajador, gestionada por las administradoras de fondos de pensiones, y la otra a un fondo público que se encarga de complementar las jubilaciones más bajas.

Según Piñera, esta reforma permitirá que ningún jubilado quede con ingresos por debajo de la línea de pobreza y garantiza que quienes hayan cotizado 30 años o más tengan una pensión igual o superior al salario mínimo.