La última gran caravana migrante, la primera de este año, partió el miércoles de San Pedro Sula, en Honduras, y atravesó Guatemala, con la intención de entrar a Estados Unidos. A Guatemala ingresaron 4.000 hondureños, que se dividieron en dos grupos. Uno avanzó por el norte, lo que los llevó a la frontera entre las localidades de El Ceibo y Tabasco; otro, por el sur, hacia Tecún Umán, donde Guatemala y México son separados por un límite natural, el río Suchiate. A la frontera llegaron la mitad de los que partieron: 2.000.

Lo que encontraron fue incertidumbre. El gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha endurecido en los últimos meses su política migratoria, bajo presión del presidente estadounidense, Donald Trump, con quien firmó un acuerdo migratorio.

Aproximadamente la mitad del grupo aceptó una propuesta de México planteada, en términos muy vagos, de darles trabajo, con la condición de que no viajaran a Estados Unidos. Después del sí y de una espera de varias horas, ingresaron a territorio mexicano para ser registrados, pero el gobierno cambió sus planes. Por medio de un comunicado del Instituto Nacional de Migración, informó que de las 1.087 personas que había recibido, “en la mayoría de los casos” se procedería al “retorno asistido a sus países”, o sea, a una deportación, informó el diario español El País. En el texto, el organismo indica que antes de devolverlos a su país de origen se les informará sobre algunos programas de trabajo que se aplican en todos los países de la región como una forma de evitar las olas migratorias y dar oportunidades en los países de origen.

Inmigrantes cruzando el río Suchiate. Foto: Johan Orodonez, AFP

Inmigrantes cruzando el río Suchiate. Foto: Johan Orodonez, AFP

Así terminó el viaje para la mitad de los migrantes, pero la otra decidió permanecer en la parte guatemalteca del río Suchiate esperando que el gobierno mexicano le permitiera ingresar al país para seguir con su caravana rumbo a Estados Unidos.

Después de acumular horas de tensión desde el domingo, este lunes los últimos migrantes que quedaban en la frontera intentaron cruzar a la fuerza a través del río. La Guardia Nacional mexicana reaccionó incluso recurriendo al gas pimienta, mientras los migrantes les lanzaban piedras. No se registraron heridos y varios ingresaron ilegalmente a México, y las autoridades ya informaron que serán perseguidos.

Río Suchiate, la frontera natural entre Tecun Uman, Guatemala y Ciudad Hidalgo, México, el 19 de enero. Foto: Carlos Alonzo, AFP.

Río Suchiate, la frontera natural entre Tecun Uman, Guatemala y Ciudad Hidalgo, México, el 19 de enero. Foto: Carlos Alonzo, AFP.

El acuerdo con Estados Unidos y su revisión en Guatemala

Guatemala, Honduras y México firmaron sendos acuerdos migratorios con Estados Unidos en los que se comprometen, básicamente, a impedirles el paso a las personas que, sin contar con los documentos necesarios, quieren atravesar las fronteras rumbo al norte. Esto implicó un cambio en las políticas migratorias de estos países, principalmente de México, que solía recibir a los migrantes y darles apoyo humanitario cerca de la frontera con Estados Unidos para que se recuperaran.

Alejandro Giammattei, quien asumió la presidencia de Guatemala la semana pasada, anunció que está revisando el acuerdo firmado por el anterior gobierno con Estados Unidos. En su momento, Giammattei fue crítico del texto, no sólo porque no estaba de acuerdo con él sino también porque no fue consultado al respecto, cuando ya era presidente electo.

El canciller guatemalteco, Pedro Brolo, dijo que recién “se están revisando con detenimiento todos los aspectos” y que todavía no tienen elementos suficientes para “hacer la evaluación” del pacto.

Con el acuerdo, tanto Guatemala como México son “terceros países”: cuando los migrantes quieren llegar a Estados Unidos, ellos les impiden el paso, les permiten hacer los trámites para solicitar asilo desde su territorio y se hacen responsables de ellos mientras esa solicitud no tiene respuesta.

Inmigrantes a orillas del río Suchiate, donde pasaron la noche. Foto: Alfredo Estrella, AFP

Inmigrantes a orillas del río Suchiate, donde pasaron la noche. Foto: Alfredo Estrella, AFP

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