El gobierno de Irán anunció este martes la detención de varias personas vinculadas al derribo por error de un avión de pasajeros perteneciente a una aerolínea ucraniana en el que murieron 176 personas, hecho que generó nuevas protestas internas contra el régimen islámico que gobierna desde Teherán.

Según informó la agencia de noticias Efe, el error llevó a las autoridades del país a establecer como prioridad la investigación de las causas de este desafortunado hecho. Las pesquisas son “exhaustivas y se ha detenido a algunos individuos”, informó el portavoz del Poder Judicial, Gholamhosein Esmaili, quien no detalló el número de personas que fueron arrestadas. El Boeing 737-800 perteneciente a la compañía Ukraine International Airlines, que cubría la ruta que unía a Teherán con Kiev –la capital ucraniana–, fue derribado poco después de despegar del aeropuerto internacional de Teherán el 8 de enero, al ser confundido con un misil, según indicó la Guardia Revolucionaria iraní.

Sobre este error, el presidente iraní, Hasan Rohani, dijo este martes que “no se puede culpar a un solo individuo”, ya que, según indicó, no es sólo culpable la persona que presionó el botón y disparó el misil, sino que “hay otros” responsables. La controversia internacional que generó el tema llevó a que el presidente Rohani solicitara al Poder Judicial formar “un tribunal especial con un juez de alto rango y decenas de expertos” para investigar el caso.

“El gobierno continuará con sus esfuerzos hasta que se investiguen todos los aspectos del incidente y para garantizar que los involucrados son castigados y que esto no volverá a suceder”, aseguró. A pesar de reconocer las culpas propias, el mandatario iraní culpó también de la situación a Estados Unidos porque, a su juicio, “calentó el ambiente e hizo que la situación fuera anormal”. Sin embargo, Rohani dijo que el hecho de que la administración encabezada por el presidente Donald Trump provocara una escalada de la tensión en la región no quiere decir que Irán no deba abordar “las causas profundas del incidente”.

En el momento en que el avión ucraniano fue derribado, el Ejército iraní esperaba una represalia de Washington tras su ataque de horas antes contra una base militar en Irak en la que había tropas estadounidenses y que, a su vez, fue en venganza por el asesinato en un bombardeo estadounidense del general Qasem Soleimani, jefe de la fuerza Al Quds de la Guardia Revolucionaria iraní.