Se celebró en Berlín una conferencia internacional sobre la situación en Libia, país que se encuentra sumido en el caos desde la muerte de Muamar Gadafi en 2011 y que actualmente tiene dos gobiernos paralelos que se atacan militarmente entre sí.

En las últimas semanas de 2019 el gobierno del mariscal Jalifa Hafter intensificó sus ataques a las ciudades dominadas por el Gobierno de Acuerdo Nacional, de Fayed al Serraj. Ante esa situación, Al Serraj le pidió a Turquía asistencia militar, que esta aceptó brindarle. Esa fue la primera formalización sobre la participación militar de varios países en el conflicto libio. Sí es público el apoyo político o financiero de, además de Turquía, la Unión Europea, la Organización de las Naciones Unidas, Italia y Qatar al gobierno de Al Serraj, y de de Rusia, Arabia Saudita, Egipto y Emiratos Árabes Unidos al de Hafter.

En la cumbre los países involucrados pactaron no aumentar su injerencia en el enfrentamiento libio, buscar una solución diplomática y respaldar una tregua “duradera” y “verificable” que acordaron ambos bandos. A su vez, insta a todos los actores a cumplir de forma “unívoca” con el embargo de armas que pesa sobre Libia.