Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.

Rodrigo Roncio, alcalde electo del municipio de Los Cerrillos, en Canelones, no es un dirigente conocido del Frente Amplio (FA), ni uno de los “referentes” cuya opinión quieren conocer los frenteamplistas para orientarse en la tan mentada autocrítica. Sin embargo, los aportes que realiza desde su experiencia son un insumo muy interesante para evaluar el desempeño del FA durante los 15 años en que estuvo a cargo del gobierno nacional.

Hay, por supuesto, muchas diferencias obvias entre las particularidades de Los Cerrillos y el escenario nacional, pero por lo menos tres de los criterios que asume Roncio tienen un gran potencial de fecundidad.

El primero es que las propuestas programáticas y el modelo de gestión deben elaborarse con un firme anclaje en el contacto con la realidad social. El segundo es que la construcción de ciudadanía, mediante el involucramiento individual y colectivo de las comunidades, no es opcional sino una parte fundamental de los objetivos, porque construye un cambio cultural en la relación de las personas con la política.

El tercero es que los dos criterios antedichos, apoyados en el paciente desarrollo de vínculos sociales, implican una concepción ideológica pero no están acotados de antemano en función de “bandos” partidarios.

Esto último contrasta fuertemente con algunas noticias incluidas en esta edición. El Partido Comunista del Uruguay (PCU) cumple 100 años y mañana el orden del día de la Cámara de Representantes incluirá un homenaje a ese sector del FA. Esto implica una actitud de la mayoría del oficialismo que merece ser destacada, pero Cabildo Abierto (CA) decidió marcar un perfil distinto y no participar en el homenaje. Los motivos expuestos son típicos del esencialismo que profundiza las grietas.

Nadie podría esperar que los seguidores de Guido Manini Ríos sintieran algo parecido a simpatía por el comunismo, pero la cuestión es que los legisladores de CA consultados por la diaria sostuvieron que el PCU es Stalin, Pol Pot y los “100 millones de muertos” que le atribuye a todos y cada uno de los comunistas el relato derechista internacional. Del siglo de historia que tiene tras de sí el comunismo uruguayo, y de los muchos sacrificios realizados por integrantes del PCU para conquistar derechos y resistir contra la dictadura, a los cabildantes sólo les interesa destacar lo que creen que puede descalificarlos en forma integral y tajante.

En otro terreno, pero con un talante parecido, cuando estudiantes de secundaria reclaman más recursos para la enseñanza, a las autoridades de la Administración Nacional de Educación Pública parece importarles más eliminar los mensajes que sumarse a esa demanda. Y mostraron una celeridad mucho mayor para cubrir de pintura la “ofensiva” frase “Falta presupuesto para la educación porque sobran milicos”, frente al liceo Dámaso Antonio Larrañaga, que para retirar, en su momento, el cartel ante ese centro de estudio que anunciaba el regreso de la ultraderechista Juventud Uruguaya de Pie. Son maneras de entender la defensa de la “laicidad”.

Hasta mañana.