Por orden directa del presidente de la Administración Nacional de la Educación Pública (ANEP), Robert Silva, el viernes se retiraron de la vereda del Liceo Dámaso Antonio Larrañaga de Montevideo pintadas que había hecho el gremio estudiantil del centro educativo, en las que reclamaba por mayor presupuesto y criticaba el aumento de personal militar en detrimento de recursos para la enseñanza: “Falta presupuesto para la educación porque sobran milicos”.

“No es la primera vez que un hecho de censura como este sucede, ya que el año pasado enfrentamos varias bajadas de pancartas tapadas de pintadas tanto por orden de dirección como del CES [Consejo de Educación Secundaria]”, sostuvo el gremio estudiantil en un comunicado. Los estudiantes plantearon que el hecho es “tendencioso”, ya que “cuando apareció una pancarta de la JUP [Juventud Uruguaya de Pie], ni la dirección ni el CES accionaron al respecto”. “Esto demuestra una vez más que lo que molesta no son las pintadas ni pancartas, sino lo que estas representan y defienden”.

Silva justificó la medida en su cuenta de Twitter alegando que se trataba de “mensajes o consignas ofensivas”, y recibió por la misma red social una serie de mensajes de apoyo, sobre todo de integrantes del Partido Colorado (PC), que manifestaron el respaldo a su decisión utilizando el hashtag #YoApoyoARobertSilva. No obstante, la medida también fue blanco de críticas por parte de diferentes organizaciones sindicales vinculadas a la enseñanza.

“Los argumentos de Robert Silva parecen argumentos del herrerismo y no de una persona que viene del batllismo”, sostuvo el vicepresidente de la Federación Nacional de Profesores de la Enseñanza Secundaria (Fenapes), Marcel Slamovitz, quien calificó el hecho de “censura” y “violación” a la libertad de expresión. De la misma forma que lo hizo el gremio estudiantil en el comunicado que difundió el viernes, Slamovitz comparó el accionar de las autoridades en este episodio con lo acontecido semanas atrás, cuando fuera del mismo edificio aparecieron colgadas pancartas firmadas por la JUP.

“Yo mismo estuve el día que estaban los carteles de la JUP y llamamos al Codicen [Consejo Directivo Central] y no fueron muy prestos para sacarlos”, observó Slamovitz en diálogo con la diaria. En su opinión, la decisión adoptada por Silva el viernes “está en sintonía con la prohibición que ha hecho el Codicen de los tapabocas de Fenapes [y] de los carteles contra la LUC [ley de urgente consideración]. Con la excusa de la laicidad se viola un principio fundamental que es la libertad de expresión”, acusó, y señaló que a mediados de la semana pasada se produjo un “hecho similar” en el Instituto de Formación en Educación Social, donde también se borraron pintadas contra la LUC que había en la fachada.

“En vez de gastar tanto en pintura y en recortar la libertad de expresión podrían gastar un poco más en insumos, por ejemplo, que están faltando ahora con el rebrote de la pandemia, o en el cumplimiento del protocolo sanitario que ellos mismos firmaron y no se está cumpliendo porque faltan funcionarios por el recorte presupuestal”, sugirió el dirigente, que propuso “gastar las energías y el dinero de la gente en cosas más útiles que tapar la voz de los estudiantes”. “Nosotros no nos vamos a quedar quietos; vamos a seguir exponiendo, como establece la Constitución, nuestras proclamas y la propaganda sindical, y el único lugar para hacerlo son, obviamente, los centros de estudio”, apuntó Slamovitz.

Otro de los sindicatos que manifestaron su rechazo a la medida fue el Sindicato Nacional de Trabajadoras y Trabajadores de la Enseñanza Privada, que en su cuenta de Twitter calificó el hecho de “un ataque grave y violento a la libertad de expresión” y también cuestionó que “no hayan tenido esta actitud” cuando se colgaron los carteles de la JUP.

El núcleo sindical docente del liceo Dámaso se reunirá este lunes para analizar el caso, que según supo la diaria, ve con “preocupación”.

Respaldo colorado

El hashtag #YoApoyoARobertSilva fue trending topic el fin de semana debido a la ola de mensajes de apoyo que recibió el jerarca, provenientes sobre todo de figuras del PC, como la senadora Carmen Sanguinetti y el diputado Felipe Schipani, quienes destacaron el “compromiso” de Silva con la educación y su defensa de la “laicidad”. El director de Desarrollo Rural del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, Carlos Rydström, opinó que el respaldo debe ser unánime por parte de quienes conciben la educación como “una herramienta para fomentar equidad, libertad y justicia social”, y Ney Castillo acusó a los críticos de utilizar “la educación como coto de caza política”.

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