Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.

La cantidad diaria de casos nuevos de covid-19 sigue en una tendencia ascendente, y ayer marcó un nuevo récord de 136, mientras que el número total de personas cursando la enfermedad es 949, una cantidad que tampoco tenía precedentes y que se acerca a la frontera simbólica del millar. Llama la atención que no se haya realizado alguna conferencia de prensa con participación del presidente Luis Lacalle Pou, como las que fueron tan frecuentes cuando los registros del Sistema Nacional de Emergencias (Sinae) eran más alentadores.

El Sinae señaló ayer que “todos los focos se encuentran bajo control del hilo epidemiológico”, pero es obvia la necesidad de aumentar las precauciones, tanto individuales como colectivas. También parece probable que esto deba ser reforzado con ajustes por parte de las autoridades, y quizá sea hora también de procurar, finalmente, un diálogo más amplio en busca de acuerdos políticos y sociales.

Mientras tanto, el debate parlamentario sobre el proyecto de presupuesto se acerca a su desenlace, en ausencia de tales acuerdos. En el suplemento Economía se explica que varias de sus disposiciones más relevantes contradicen los compromisos preelectorales del actual gobierno nacional, que en otros aspectos centrales falta información sobre las previsiones del Poder Ejecutivo, y que brillan por su ausencia los lineamientos para afrontar las nuevas circunstancias nacionales e internacionales.

Además, el oficialismo aún discute si incluirá alguna aclaración sobre cuándo y cómo podría recuperarse la rebaja salarial que se producirá el año que viene en el sector público. Por problemas similares a los mencionados en su presupuesto, Guatemala está en una grave crisis social y política.

Por otra parte, se ha generado una extraña situación con el programa Familias Fuertes, cuya intención declarada es realizar talleres de formación con núcleos familiares para mejorar sus vínculos internos y prevenir la violencia, el consumo de drogas y las conductas sexuales “de riesgo” en sus integrantes de diez a 14 años de edad. La participación en esos talleres recibiría como contrapartida la exoneración de un mes de pago de UTE, OSE y Antel.

El ministro de Defensa Nacional, Javier García, firmó el 19 de octubre un convenio para que su secretaría de Estado participara en el programa, pero dijo a la diaria que la información que había recibido era “incompleta”, y que al ampliarla descubrió que Familias Fuertes tiene una “vinculación religiosa”, por lo cual decidió revertir su decisión.

El problema es que el Estado laico es uno solo, y que siguen involucrados en la iniciativa hasta que no decidan lo contrario, además de las tres empresas públicas mencionadas, los ministerios de Salud Pública, de Desarrollo Social y de Educación y Cultura, la Administración de los Servicios de Salud del Estado, la Administración Nacional de Educación Pública, el Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay, la Junta Nacional de Drogas y la Oficina de Planeamiento y Presupuesto. Habrá que ver si estos organismos comparten o no las objeciones de García.

Hasta mañana.