Sergio (cobrador de golpes): “Mirá, yo la rusa no me la doy ni a palos. Ojo, no es porque desconfíe de los rusos, ni nada de eso. Esas son pavadas que no tienen nada que ver con la ciencia. El tema es que como las vacunas pasan por Argentina, seguro que allá los kirchneristas las adulteran y terminamos todos paralíticos. Los K siempre quisieron invadir Uruguay porque nos tienen envidia. Nunca se animaron porque acá tenemos Ejército, pero ahora tienen una oportunidad de oro”.

Renata (diseñadora de vestuarios): “No sé para qué discuten tanto cuál hay que comprar si el 90% de las personas no se van a vacunar. Porque yo no creo que en este país haya más de 10% de gente tan estúpida como para ponerse ese veneno que ni se sabe de qué está hecho. Porque por ahí yo me como cualquier porquería ultraprocesada, pero eso por lo menos dice qué trae. Yo no entiendo nada, pero la información está. Las vacunas no dicen nada. Lo más inteligente en esos casos es desconfiar”.

Ana Claudia (retratista de espectros): “Que compren la más barata y se dejen de joder. ¿Al final confían en el capitalismo o no confían? Yo no quiero que se gaste más dinero de Juan Pedro en una vacuna que a lo mejor tiene algún chichecito, como algo que evite las reacciones alérgicas, en lugar de alguna que por ahí no tiene tantas prestaciones y es un poco más peligrosa pero es más sana desde el punto de vista del déficit fiscal. Yo voté un cambio y quiero un cambio”.