El Poder Ejecutivo aclaró hoy que Uruguay no hizo ninguna solicitud formal a Argentina para obtener la vacuna rusa contra el coronavirus. Según las autoridades, lo único que hubo fue una conversación informal entre el canciller uruguayo, Francisco Bustillo, y el presidente argentino, Alberto Fernández. Esta aclaración desconcertó a muchos observadores del extranjero. “Uruguay, que se había posicionado como un referente en materia del control de la pandemia, ahora está rompiendo récord de rechazo de vacunas. Hace unos meses fue la de Pfizer y ahora es la de Rusia. Es realmente desconcertante”, aseguró un alto funcionario de la Organización Mundial de la Salud.

Pero también hay quienes sugieren que quizá se esté ante una “jugada magistral” del presidente Luis Lacalle Pou. Es el caso del periódico estadounidense The New York Times, cuyo editorial de ayer reza: “Estamos ante una muestra de estupidez gigantesca o una nueva prueba de que el pequeño país sudamericano está a la vanguardia y rechaza tantas vacunas porque está fabricando una propia”.

Desde el Poder Ejecutivo no quieren hacer comentarios sobre este punto en particular, aunque aclararon que no se espera que continúen los rechazos a vacunas. “Los laboratorios ya no nos escriben. Dicen que se quieren evitar el mal momento de ser rechazados, y la verdad es que suena razonable”, relató una fuente del gobierno.