El ministro de Justicia y Seguridad Pública brasileño, el ex juez Sérgio Moro, visitó este lunes la ciudad de Fortaleza, capital del estado de Ceará, para supervisar las acciones de seguridad pública que se están llevando a cabo en ese estado nordestino, afectado desde la semana pasada por un paro de integrantes de la Policía Militar.

Moro se reunió con el gobernador del estado, el petista Camilo Santana, y en declaraciones a la prensa afirmó que “no hay una situación de desorden en las calles” y que en general la situación está bajo control, más allá de que desde que se inició el paro se registraron 147 asesinatos en el estado, cifra superior a la media en ese territorio brasileño.

“No hubo, por ejemplo, saqueos a establecimientos comerciales ni nada de eso. La situación está bajo control, pero obviamente dentro de un contexto difícil, porque parte de la policía estadual está paralizada”, aseveró el ministro bolsonarista, de acuerdo a lo que consignó la revista Fórum.

A causa de la situación anómala, la Fuerza Nacional y el Ejército fueron convocados para garantizar la seguridad en Fortaleza y otras ciudades del estado.

Santana ya dijo que no aceptará amnistiar a los policías que participaron en los amotinamientos y que la oferta de reajuste salarial está en el límite de lo que el estado puede dar. La oferta es de un aumento de 3.200 reales brasileños (algo así como 730 dólares) a 4.500 reales (1.030 dólares), de forma gradual, hasta 2022.

“Siempre estamos a favor del diálogo. Lo que no podemos permitir es que grupos dedicados a la seguridad hagan lo que están haciendo, con capuchas, pasamontañas y con armas que la Constitución los ampara a utilizar para proteger a la sociedad; no puede ser que la estén amenazando. Nadie está por encima de la ley”, afirmó Santana.

El miércoles de la semana pasada el paro de los policías de Ceará trascendió las fronteras del estado y de Brasil cuando el senador Cid Gomes intentó ingresar con una retroexcavadora en un predio de la Policía Militar y fue alcanzando por dos disparos, en la clavícula y en un pulmón, aunque las lesiones no fueron graves y Gomes ya fue dado de alta.

Según informó Folha de São Paulo, hasta el momento 230 policías militares fueron apartados de sus cargos por 120 días para que se investigue su participación en las paralizaciones, que por otra parte son ilegales de acuerdo a la Constitución brasileña.

Otros 37 policías militares fueron detenidos, acusados de deserción, ya que no se presentaron a trabajar en la operación especial que se está realizando en estos días de carnaval en el interior del estado.

La mayor parte de los efectivos del Ejército situados en Ceará está llevando a cabo el patrullaje en las calles de Fortaleza y la región metropolitana. Desde que los militares comenzaron a trabajar, el domingo, ya se registró una reducción de los homicidios en comparación con los cuatro días anteriores.