El futuro titular del Ministerio del Interior (MI), Jorge Larrañaga, se reunió ayer, por primera vez, con los 19 jefes de Policía designados por el gobierno entrante. En el encuentro, las futuras autoridades de esa cartera –Larrañaga, el subsecretario, Guillermo Maciel, y el director general, Luis Calabria– plantearon a los jefes los “lineamientos generales básicos” que quieren para la futura administración, explicó en una conferencia de prensa el ministro designado. Los principales lineamientos planteados por Larrañaga fueron tres: “Dar la cara en todo el país”, “tener un despliegue territorial permanente” y generar “resultados”.

“Todos debemos tener conciencia de que estamos obligados a hacer el máximo esfuerzo para el combate a la delincuencia”, dijo el líder de Alianza Nacional y aseveró: “La autoridad no se negocia, la autoridad se ejerce”. Larrañaga sostuvo que este es un aspecto “fundamental” para la futura gestión, pero aclaró que no debe entenderse como una “imposición” o un “acto discrecional omnipotente”, sino que “se trata de [generar] el convencimiento colectivo de que el respeto a la ley y a la convivencia es básico para tener el clima de paz y de seguridad pública que nos demanda hoy la sociedad uruguaya en todos los rincones del país”.

Consultado sobre cuáles fueron los planteos para los jefes de Policía de los departamentos en los que se han registrado enfrentamientos entre familias y bandas vinculadas al narcotráfico, Larrañaga dijo que la orden fue: “autoridad, aplicación de la Constitución y de la ley para tener convivencia ciudadana”. “Esto nos parece fundamental y es lo mismo que expresamos al Instituto Nacional de Rehabilitación: autoridad para la rehabilitación. No puede haber rehabilitación –es lo que creemos– si no hay también autoridad”, añadió. En tanto, reiteró que en el ámbito rural la Policía tendrá el apoyo de la Dirección General de Seguridad Rural que creará el nuevo gobierno.

Además, durante la reunión las futuras autoridades encomendaron a los nuevos jefes un trabajo de relevamiento de información del estado de situación de cada departamento, que presentarán en un futuro encuentro. Larrañaga señaló que los jefes tendrán la oportunidad de plantear las “sugerencias” que quieran hacer en la próxima reunión que tengan antes de asumir el 1º de marzo. Asimismo, el futuro ministro dijo que los contenidos de seguridad del borrador del proyecto de ley de urgente consideración (LUC) no fueron un tema de discusión en la reunión.

En relación con los perfiles de los jefes seleccionados para cada departamento, el ministro designado dijo que los 19 tienen un “perfil técnico”, con “una idoneidad adquirida a lo largo de su trabajo –por eso hay casos en los que se repiten y cambios de destino–”. “Tenemos gente con mucha experiencia en las distintas jefaturas, que ha tenido presencia en la vía pública, en el trabajo al frente de personal policial para conducir de manera profesional todo lo que el país requiere en materia de respuesta”, agregó.

“Nuestra gestión va a mejorar todo lo que pueda mejorar la respuesta y la gestión del MI. Tomaremos lo que nos parece correcto y lo continuaremos, y cambiaremos lo que tengamos que cambiar. No vamos a ser un ministerio de excusas, vamos a ser un ministerio de mucho trabajo, de mucho esfuerzo y sacrificio para procurar las mejores respuestas”, expresó Larrañaga.

El futuro jerarca dijo que no va a “andar anunciando grandes cambios” que se podrían producir en materia de seguridad una vez que inicie su gestión, pero enfatizó que en su administración se va a “trabajar y hacer que las cosas sucedan”. “Vamos a hacer un enorme esfuerzo para mitigar los impactos de la delincuencia y el clima muchas veces de violencia”, aseguró.

Sindicato de policías

Ayer hubo una reunión del Sindicato Único de Policías en la que se trató el tema de los robos y agresiones a funcionarios policiales ocurridos en los últimos días. En diálogo con la prensa, Larrañaga manifestó que no tuvo contacto con el sindicato en las últimas horas, pero expresó que es “consciente de la situación” y que con su equipo han “conversado de esos aspectos” y “seguramente” adoptarán “en los próximos días un marco de protocolo de funcionamiento”.

El futuro ministro dijo que tendrán “un conjunto de acciones” para afrontar la situación, que no se comunicarán públicamente para no “fragilizar la eficacia de esas acciones”. De todas formas, dijo: “No es quitándoles las armas a los policías que vamos a fortalecer a la Policía. Eso no sería más que fragilizar a la Policía y firmar un acta incondicional de rendición frente a la delincuencia, y no estamos dispuestos a hacerlo”.

El día después

Larrañaga señaló que esta reunión se alinea con la convocatoria pautada por el presidente electo, Luis Lacalle Pou, que al día siguiente de la asunción de mando del 1º de marzo convocará al conjunto de los 19 jefes de Policía, a las 9.00, en la Torre Ejecutiva. El objetivo de ese encuentro, planteó Larrañaga, es “señalar la trascendencia y la importancia” que representan para el gobierno electo “la convivencia y la seguridad pública”.