Los escándalos de corrupción que involucraron a los gobiernos el Partido Nacional (PN) y del Partido Colorado (PC) a fines del siglo XX y comienzos del XXI les costaron a ambos duros reveses en las urnas. Luis Lacalle Pou parece decidido a evitar este tipo de situaciones. Fuentes de la “coalición multicolor” relataron que el mandatario electo lanzó a todos los dirigentes una dura advertencia: quienes cometan faltas éticas serán castigados con un cargo en el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) o en la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE). “Lacalle Pou no piensa andarse con chiquitas. Quienes se aparten del camino correcto van a recibir medidas ejemplarizantes, porque la idea no sólo es castigarlos, sino también desalentar a otros dirigentes a cometer actos irregulares. De ahí que el castigo elegido sea tan duro”, explicó un dirigente del PN.

Un legislador del PC relató que en un principio se había manejado la posibilidad de que los castigos consistieran en inhabilitaciones para ocupar cargos, pero luego “se llegó a la conclusión de que los dirigentes de la coalición multicolor tienen más miedo de tener que ocupar un cargo en ASSE o en el Mides que de quedarse sin cargo. Porque si se queda sin cargo se puede ir a la actividad privada, pero si le enchufan uno de esos cargos, se tiene que pasar ocho horas por día rodeado de pobres y a cambio de un sueldo más bajo que lo que ganaría en una empresa. Yo creo que con esta medida Lacalle Pou encontró finalmente la fórmula para erradicar la corrupción”.