“Se estima que el pico de la tasa de mortalidad se alcanzará en dos semanas. Lo diré de nuevo. El pico, el punto más alto de la tasa de mortalidad, recuerde esto, es probable que llegue en dos semanas. Por lo tanto, extenderemos nuestras directrices hasta el 30 de abril, para frenar la propagación”. Esas fueron algunas de las palabras que pronunció el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, este domingo, en una rueda de prensa en la que su cambio de actitud ante la pandemia se reflejó también en el escenario: la hizo en los jardines de la Casa Blanca y no adentro, como medida de prevención.

Trump insistió en que cuanto más se respeten las medidas, tanto “antes terminará esta pesadilla”. Se mostró confiado en que después del pico empiece a bajar, “y muy sustancialmente”, la cantidad de casos y víctimas fatales. Ayer Estados Unidos informó que van 124.686 casos positivos de coronavirus y 2.191 fallecimientos. En cuanto al número de contagios, el país ya supera a Italia y China, pero, en cuanto al de fallecimientos, está detrás de Italia y España.

El presidente no dejó de lado su tono polémico: denunció que “algunos hospitales” “acaparan los equipos” necesarios para enfrentar la crisis sanitaria, “incluidos los respiradores”.

La advertencia del principal asesor del gobierno

El epidemiólogo Anthony Fauci, que lidera el grupo de especialistas de la Casa Blanca para abordar el coronavirus, dijo a CNN que, según lo que se sabe hasta ahora, el mejor escenario indica que el número de muertos en Estados Unidos rondará los 100.000 y el peor, que superará los 200.000. “Generalmente, la realidad se queda en un punto medio”, indicó.

En esa entrevista Fauci también se mostró cauto ante la posibilidad manejada por Trump de “abrir” el país el 12 de abril y defendió las medidas de “distancia social” que se implementaron en varios estados. De hecho, en la rueda de prensa pidió que se respeten las medidas hasta el 30 de abril, dando por perdida su expectativa de terminar con las medidas restrictivas antes de esa fecha. “Puedes intentar tener influencia en el calendario mitigando el virus, pero al final [dependes de] lo que hace el virus”, dijo Fauci.

La situación de Nueva York

Estados Unidos está ahora en el centro de la pandemia, como informó la semana pasada la Organización Mundial de la Salud, y Nueva York es el estado más afectado, con casi 60.000 casos confirmados y más de 1.000 muertos, informó el gobernador del estado, Andrew Cuomo.

La mayor preocupación es el aumento del número de nuevos contagios, que el domingo alcanzó los 7.195, y el de fallecimientos, que en 24 horas creció 237, la mayor cifra diaria vista hasta ahora.

El alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, continuó reclamando el fin de semana que el gobierno central lo ayude a conseguir material médico. “Tenemos suficientes suministros para una semana, con la excepción de los respiradores: vamos a necesitar al menos varios cientos de respiradores muy rápidamente”, advirtió. También reclamó la llegada de más médicos y enfermeros, tanto civiles como militares, para atender la situación en una ciudad en la que viven 9 millones de personas y en la que se espera que el pico sea más grave.

En este sentido, Cuomo prorrogó por dos semanas la cuarentena del estado, que permite que únicamente los trabajadores de sectores esenciales acudan a sus puestos. Al consultársele cuándo terminará la cuarentena, respondió que eso depende de cuándo el estado podrá contar con la cantidad suficiente de test para detectar rápidamente los casos y avanzar con su aislamiento específico.

Las críticas de Pelosi

El opositor Partido Demócrata viene criticando hace semanas las respuestas de Trump ante la llegada del nuevo coronavirus. La pandemia causó, entre otras cosas, la suspensión de las elecciones internas que venía haciendo la formación para elegir a quien enfrentará a Trump en noviembre de este año, si es que el encuentro con las urnas no se aplaza.

Los precandidatos Joe Biden y Bernie Sanders fueron de los más críticos con el presidente, así como con las autoridades de los estados y las ciudades más afectadas, como Cuomo y De Blasio. Este fin de semana se sumó la jefa de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, quien aseguró que Trump “está jugando” mientras “la gente se muere”. “Su rechazo al principio fue mortífero”, aseguró en una entrevista con CNN, después de insistir en que deberían haberse tomado antes todas las precauciones.

Pelosi también se preguntó cuándo supo Trump de los escenarios que podían producirse a partir del momento en que llegara el coronavirus y si no le cabe responsabilidad política por no haber tomado otras medidas.