Los desafíos virales tienen una llegada muy grande entre los jóvenes, ya que son quienes están más expuestos a las redes sociales y también más predispuestos a tomar riesgos. Muchos padres ven con preocupación este hecho, porque los desafíos a veces son muy peligrosos. Es el caso del reto más reciente, que consiste en vestirse de pobre y pasar frente a un policía. Un especialista en el tema opinó que “lo que se busca en este caso son emociones fuertes, y también el reconocimiento de los pares, ya que no todos se animan a terminar apaleados. Es como una especie de ritual”. El especialista no dudó en calificar esta práctica como “muy peligrosa”. “Los muchachos no son conscientes del riesgo que representa esto; lo ven como algo divertido, pero puede causarles daños severos. Ponerse una gorrita y unos championes deportivos puede parecer algo inofensivo, pero si se combina con una caminata frente a un policía se vuelve extremadamente riesgoso”.

Pero lo que más preocupa a padres y autoridades es que los desafíos como este suelen tener variaciones que también se viralizan. “El desafío de disfrazarse de pobre comenzó hace unos años, pero ahora, con el cambio de gobierno, no sólo se volvió más peligroso, sino que además surgieron muchas variantes: disfrazarse de feminista, de malabarista, de homosexual, y un sinfín de cosas. Es muy difícil que entre tantas opciones haya jóvenes que no se sientan atraídos por ninguna”, declaró el especialista consultado.