Rafael Correa, presidente de Ecuador entre 2007 y 2017, fue condenado este martes a ocho años de cárcel por ser considerado autor del delito de cohecho agravado.

Además, de acuerdo con la sentencia dictada por un tribunal de la Corte Nacional de Justicia ecuatoriana, el ex mandatario de 55 años de edad, que está viviendo desde 2017 en Bélgica ‒lugar en que se formó académicamente y de donde es oriunda su esposa‒, perdió sus derechos políticos durante 25 años.

El organismo consideró que Correa lideró una red de corrupción que entre 2012 y 2016 recibió “aportes indebidos” para financiar su movimiento político, a cambio de adjudicar en forma directa contratos estatales a empresarios.

La audiencia en que se hizo pública la condena se realizó de manera virtual en el edificio de la Corte, situado en el norte de Quito, debido a las medidas de distanciamiento social impuestas por el gobierno de Lenín Moreno para evitar la propagación del coronavirus.

Según informó el diario quiteño El Comercio, el juez Iván León reveló, antes de la lectura de la sentencia, que el tribunal considera que el delito está probado, que la fiscalía demostró la existencia de una estructura de corrupción y que la víctima del delito es el Estado. El tribunal además de condenar a Correa también encontró culpables a ex funcionarios, como el ex vicepresidente Jorge Glas, Alexis Mera, María de los Ángeles Duarte, Walter Solís, Vinicio Alvarado y 12 personas más, a quienes se les imputa el delito de cohecho en el caso conocido en Ecuador como Sobornos 2012-2016.

Si bien la sentencia es en primera instancia y el ex presidente tiene derecho a apelarla, Correa no podría cumplirla en caso de resultar culpable, porque se encuentra en Bélgica. Pero a pesar de que no irá preso por el delito por el que se lo procesó, la inhabilitación lo dejará afuera, al menos, de la próxima elección presidencial.

Luego de conocida la decisión del tribunal, el mandatario se pronunció al respecto en su cuenta de Twitter, donde aseguró que a nivel internacional terminaría ganando el juicio que está enfrentando y calificó de “mamarrachada” la sentencia.

Correa aseguró que la Justicia fue “tomada por poder político” mediante un presidente del tribunal “encargado” directamente desde el Ejecutivo que encabeza Moreno. Asimismo, calificó el caso de “absolutamente grotesco” porque no se ha comprobado la existencia de “sobornos” y mucho menos su participación en ellos.

“Tenemos los muertos en las calles, pero convocan a audiencia para inhabilitarme en próximas elecciones”, sentenció Correa, haciendo referencia a la crisis sanitaria generada por la llegada del coronavirus al país.

Ecuador, donde viven cerca de 17 millones y medio de personas, es el segundo país de Sudamérica más afectado por la nueva cepa viral, sólo superado por Brasil. En el país andino las autoridades sanitarias dieron cuenta de la existencia de 3.747 casos de personas infectadas de covid-19 y el número de personas cuya muerte se atribuye a la enfermedad es de 191. En Ecuador la expansión del virus se centró particularmente en la ciudad de Guayaquil y sus alrededores, donde se registraron 2.524 del total de los casos.