Durante una visita a la planta de la empresa automotriz Volkswagen, ubicada en la localidad de General Pacheco, en el norte del Gran Buenos Aires, el presidente argentino, Alberto Fernández, dijo este martes que “la normalidad no existe más” en el país debido a los efectos de la pandemia de covid-19, al tiempo que defendió la continuidad de las medidas de aislamiento social impuestas por su gobierno y llamó a “no dudar de lo hecho”.
“No es, como algún tonto repite, que nos enamoramos de la cuarentena”, dijo el mandatario en referencia a algunas críticas que ha recibido desde la oposición. “Vamos a seguir haciendo esto, porque está visto que es lo que hay que hacer; si no, miren los resultados”, afirmó el mandatario argentino, quien recorrió la planta junto con el gobernador bonaerense, Axel Kicillof; el ministro de Desarrollo Productivo de la Nación, Matías Kulfas; y el ministro de Producción bonaerense, Augusto Costa, de acuerdo a lo que informó la agencia de noticias Télam.
Si bien en los últimos días el número de casos en Argentina registró un leve aumento, sobre todo por la aplicación de más controles en los barrios más pobres de la ciudad de Buenos Aires, como por ejemplo la denominada Villa 31, ubicada en la zona de Retiro, en comparación con otros países los números de infectados y muertes atribuidas a la covid-19 son bajos. Según los últimos datos oficiales, en Argentina fallecieron portando el virus 382 personas, un número muy bajo si se compara, por ejemplo, con Chile, donde las muertes son 509, o con Perú, donde perdieron la vida 2.789 personas, teniendo en cuenta que la población de los dos países mencionados es mucho menor que la argentina, que actualmente es de casi 44 millones y medio de habitantes.
Durante sus palabras a los gerentes y trabajadores de la empresa, Fernández volvió a referirse a la política adoptada por el gobierno sueco desde un punto de vista crítico: “Sólo Suecia fue el más flexible con el tema y tiene los mismos resultados económicos de los que hicieron la cuarentena. El problema no es nuestro, es del mundo. Si se paraliza parte de la economía [mundial], no hay forma de sacarla adelante”, dijo Fernández, según consignó el portal Infobae.
“Nos interesa la gente tanto como la productividad”, insistió el líder del Frente de Todos, quien en su mensaje expresó que se está “ante un escenario desconocido” en el que “la normalidad”, tal como era entendida antes de la pandemia, “no existe más”.
“La normalidad que conocimos no existe más hasta que la vacuna aparezca”, sostuvo el mandatario, quien una vez más remarcó que su finalidad y la del gobierno es “cuidar la salud” de los argentinos y, “después, salir de la cuarentena”.
Paralelamente, según consignaron medios presentes en el lugar, Fernández elogió a los dirigentes sindicales, gobernadores e intendentes por el “trabajo conjunto” hecho hasta acá, aunque remarcó que todavía se está “muy lejos de haber terminado con el problema”, en referencia a la pandemia y a su propagación en el país.
La planta automotriz que visitó Fernández fue una de las que volvieron a trabajar el lunes, a partir de la autorización de las autoridades nacionales, del gobierno de la provincia de Buenos Aires y del municipio de Tigre, en base a un protocolo. La reanudación de las tareas se hace en un solo turno de trabajo de seis horas –comienza a las 6.00– al que concurren 1.500 trabajadores bajo estrictas medidas para prevenir la propagación de la covid-19.
Para proteger a los trabajadores, a los proveedores de la planta y a los clientes, la empresa se comprometió al cumplimiento efectivo del protocolo, que aprobó el Ministerio de Trabajo de Nación, supervisó el municipio y aceptó el Sindicato de Mecánicos y Afines. El protocolo incluye transporte a cargo de la empresa mediante 20 pequeños ómnibus que hacen recorridos fijos, control de temperatura corporal al ingreso, entrega de un par de tapabocas por jornada laboral, distanciamiento social en todos los ámbitos de la planta –incluyendo áreas de relevo y comedores–, la prohibición de uso de los vestuarios, y puestos de sanitización.