En una acción realizada en las primeras horas de la mañana de este martes, la Policía Federal brasileña irrumpió en el Palacio Laranjeiras, residencia del gobernador estadual, Wilson Witzel, y confiscó teléfonos celulares y computadoras utilizadas por el jerarca.

De acuerdo a lo que informó Folha de São Paulo, la denominada Operación Placebo investiga presuntos desvíos en gastos de aproximadamente 187 millones de dólares destinados a la construcción de hospitales improvisados para combatir la pandemia de coronavirus.

La acción policial, autorizada por el Supremo Tribunal de Justicia, parece difícil disociarla del cambio de autoridades que se produjo en la cúpula de la Policía Federal a instancias del presidente Jair Bolsonaro. Hace tres semanas Rolando de Souza asumió la dirección general de la Policía Federal después de que el Supremo Tribunal Federal dejara sin efecto la nominación para el cargo de Alexandre Ramagem, funcionario policial muy próximo a los hijos de Bolsonaro, que están siendo blancos de investigación por presuntos delitos. Además, la acción contra Witzel fue muy celebrada por los adeptos bolsonaristas, incluso antes de que fuera realizada, porque el gobernador de Río de Janeiro, quien fuera aliado político de Bolsonaro, era visto como un potencial rival del hoy mandatario en su camino a las elecciones del año 2022.

Además, de acuerdo a lo que informaron medios brasileños, durante las investigaciones sobre el posible desvío de recursos públicos, los efectivos policiales encontraron un contrato entre la esposa de Witzel, la abogada Helena Witzel, y una empresa que está siendo investigada por irregularidades.

Por su parte, la Policía Federal informó en una nota publicada en su sitio web que la acción realizada en el Palacio Laranjeiras, situado en la zona sur de Río de Janeiro, es parte de la ya mencionada “Operación Placebo, que tiene como finalidad encontrar indicios de desvíos de recursos públicos destinados a la atención del estado de emergencia de salud pública en el marco de la pandemia de covid-19 en el estado de Río de Janeiro”.

Pero ante la embestida, con claro tinte político, Witzel no se quedó callado y mediante un comunicado, publicado horas después de que se realizara el procedimiento en su residencia, dijo estar “indignado” con la filtración de informaciones por parte de diputados bolsonaristas sobre la Operación Placebo, que lo coloca al gobernador en el centro de una trama de corrupción.

‌“Me extraña y me indigna sobremanera el hecho absolutamente claro de que los diputados bolsonaristas hayan anunciado en las redes sociales en los últimos días de una operación de la Policía Federal direccionada contra mí, lo que demuestra claramente que hubo filtración de información, con la intención de construir una narrativa que jamás se confirmará. La interferencia anunciada por el presidente está debidamente oficializada”, afirmó en su texto Witzel, abogado y ex integrante de la Marina, de 52 años de edad, perteneciente al derechista Partido Social Cristiano. Los dichos de Witzel hacen referencia a unas declaraciones de la diputada bolsonarista Carla Zambelli, representante del Partido Social Liberal por el estado de San Pablo, quien el lunes, en una entrevista con Radio Gaúcha, afirmó que algunos gobernadores estaban siendo investigados por la Policía Federal.

En una conferencia de prensa que ofreció más tarde, Witzel alegó que está siendo blanco de una persecución política; dijo que Bolsonaro pretende ser “un dictador más en América del Sur” y que uno de los hijos del mandatario, el senador Flavio Bolsonaro, debería estar preso por todos los actos de corrupción que, según Witzel, pesan en su contra.

La acción policial contra el gobernador de Río de Janeiro, quien en los últimos tiempos se transformó en uno de los mayores rivales políticos del mandatario, fue muy celebrada públicamente por Bolsonaro.

En un breve contacto con los medios, a la salida del Palacio de la Alvorada, la residencia del mandatario, Bolsonaro felicitó a la Policía Federal por su acción. “Felicito a la Policía Federal. Me enteré de la acción hace un rato por los medios”, afirmó escuetamente.

Al decir que se enteró de la operación policial en Río de Janeiro por los medios de prensa, Bolsonaro eludió, algo groseramente, las acusaciones de que tiene acceso a información privilegiada e interferencia dentro de la Policía Federal.