Según varios expertos en temas laborales, el impulso que recibió a nivel global el teletrabajo como consecuencia de la pandemia de coronavirus seguirá sintiéndose tras la vuelta a la normalidad. Ayer, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, parece haber confirmado estos pronósticos. “No vamos a permitir que los manifestantes violentos sigan atentando de esta manera contra la paz y la democracia. Si es necesario, vamos a enviar a las Fuerzas Armadas a reprimir a los saqueadores. Hoy mismo firmé un decreto que permite a los militares matar a manifestantes desde sus propias casas”, explicó el mandatario en una conferencia de prensa. Para Trump la posibilidad de que se desate una guerra civil en su país “es una oportunidad histórica para demostrar que imponer el orden y la paz también es un trabajo que se puede hacer sin desplazarse. Los desplazamientos para ir a matar gente a otros países generan muchísimos gastos que pagan los contribuyentes. En este caso no vamos a tener que hacer esos gastos, y espero que esto pueda servir como precedente para las guerras en el extranjero”.

Fuentes de la Agencia Central de Inteligencia reconocieron que hay “un riesgo muy grande” de que se desate una guerra civil en suelo estadounidense, e hicieron una autocrítica al respecto. “Fallamos a la hora de explicarle al señor presidente que debía crear una guerra en el extranjero, no aquí. Lo intentamos, pero claramente deberíamos haber insistido más”.