El Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil, encabezado por Ernesto Araújo ‒uno de los más fieles representantes del ala más ideológica y antiizquierdista del gobierno que preside Jair Bolsonaro‒ incluyó frases con críticas hacia el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) y los gobiernos argentinos, además de referencias racistas, en un texto de enseñanza de idioma portugués que se distribuye en los Centros Culturales Brasil, esparcidos en cientos de países del mundo.

La noticia la dio a conocer Agência Pública, que recibió una advertencia de una profesora que se desempeña en la Red Brasil Cultural, órgano que funciona bajo la órbita de las embajadas brasileñas.

Entre las frases que figuran en el texto, consignadas por la revista Fórum, están las de contenido político: “Si el MST se apropia de nuestras tierras, nunca podremos recuperarlas”; “Si hubiera sabido que Lula fuese tan corrupto, no lo habría votado”; “Argentina se empobreció durante la última década”. Pero también hay oraciones con contenido racista -“Si ella se alisara el pelo se vería más bonita”- y contrarias al aborto -“Si las mujeres no abortasen, no habría tantas clínicas de aborto clandestinas”-.

Según informó Agência Pública, “aquellas personas con interés en aprender el portugués de Brasil tienen clases con este material en todo el mundo. Los profesores dijeron que es la primera vez que el contenido de los textos tiene una línea ideológica tan clara, lo cual es una falta de respeto hacia el perfil intercultural, que es un pilar de estos centros educativos”.

En la nota periodística se informa, además, que el material que aparece en los textos es elaborado por equipos contratados por el Ministerio de Relaciones Exteriores, más específicamente por el Departamento de Promoción de la Lengua Portuguesa.

Algunos de los profesores que dictan estos cursos se manifestaron sorprendidos al ver los contenidos de los textos, porque hasta el momento la indicación expresa del gobierno de Bolsonaro era evitar hablar sobre temas políticos.