La candidata multicolor a la Intendencia de Montevideo (IM), Laura Raffo, divulgó hace algunos días un documento de análisis y “propuestas” que tituló “Montevideo olvidado”: 14 páginas de incoherencia y demagogia. De una inconsistencia ideológica y política realmente asombrosa. Un documento plagado de promesas de coordinación y trabajo conjunto entre la Intendencia de Montevideo y los ministerios del Poder Ejecutivo nacional en caso de ser la elegida. El argumento de ser “amiga del gobierno” es frágil, si consideramos que a menos de medio año de estar en el poder, la coalición multicolor ya no goza de la mejor salud y tiene severos problemas de cohesión y comunicación (amenazas, insultos, diálogos cortados, papelones y exabruptos varios). Las dudas brotan como agua en manantial. ¿Cuál será el mentado respaldo? ¿Cuál será la coordinación? ¿Dónde quedarán las promesas de una candidata impulsada por una unión de partidos que con suerte llegará a la mitad del actual gobierno?

La mayor de las incoherencias es ideológica. El documento “Montevideo olvidado” parece descubrir por medio de encuestas e investigaciones tecnocráticas la pobreza, la desigualdad y la injusticia social. El tono del documento no sólo es ridículo, sino que además es una ofensa para los miles de uruguayos y uruguayas que sufren las consecuencias de estos dramas sociales. Alcanza un curso básico de historia económica para entender que el problema de las desigualdades en las sociedades es inherente al sistema capitalista: oh, casualidad, el sistema económico que históricamente ha defendido la derecha, en nuestro país el Partido Colorado y el Partido Nacional. Para resolver de raíz la injusticia social hace falta un cambio sistémico. Es necesario construir un sistema que supere al capitalismo. Lo otro es pura demagogia.

Con arrogancia, la candidata habla de desarrollo humano a nivel municipal, olvidando que los departamentos que han gobernado y gobiernan blancos y colorados al noreste del país registran los peores índices en esta materia. El documento realiza el burdo intento de responsabilizar al Frente Amplio por la existencia de los asentamientos irregulares, cuando han sido las pésimas administraciones blancas y coloradas las que a principios de los 60 generaron los primeros cordones periféricos en la ciudad de Montevideo. Sumado a esto, la crisis de 2002, bajo la administración de Jorge Batlle, perpetuó por generaciones la desigualdad. Intentar vender que con coordinación y diálogo interinstitucional se va a solucionar el problema de la desigualdad social es, lisa y llanamente, mentir, y por lo tanto faltarle el respeto a la ciudadanía. La desigualdad y la injusticia social sólo se resuelven con medidas de fondo, aumentando los impuestos a los que tienen más y aliviando a los que tienen menos. A juzgar por la historia y por las actuales decisiones de la derecha, es difícil pensar que en algún momento vayan a retirarles los privilegios a quienes siempre los han tenido, que son a quienes representan.

En el documento se hace referencia a la ocupación de terrenos privados por parte de colectivos de personas que no tienen vivienda. No se menciona que una parte importante de los terrenos en Montevideo están en manos de capitales especulativos que esperan el crecimiento de la ciudad para valorizar su propiedad y así lucrar. El documento realiza varios análisis correctos pero, casualmente, propone soluciones que no alteran el statu quo económico de la sociedad. Se eluden deliberadamente las soluciones de fondo sobre las distintas problemáticas identificadas. La derecha, una vez más, intenta engañar con espejos de colores a la ciudadanía. La derecha, una vez más, les falta el respeto a los montevideanos y a las montevideanas mintiendo y proponiendo cosas para las cuales ni siquiera explicita el origen de los recursos económicos a emplear. No se debe olvidar, además, que el gobierno actual llegó allí proponiendo recorte y ajuste. ¿De dónde saldrá el dinero? “Montevideo olvidado” no lo especifica. ¿Dónde ha habido recorte y ajuste? En el salario real y en el poder adquisitivo de la población, gracias al aumento de tarifas, suba del dólar y aumento del IVA (en campaña habían prometido no hacerlo). Todas medidas tomadas por la fuerza política de apoyo de la candidata multicolor.

El análisis, la propuesta, la candidata, su equipo y la fuerza política que la respalda tienen especial habilidad para combinar la incoherencia, la inconsistencia y la demagogia en su primera propuesta electoral.

Se propone solucionar problemas con cercanía, presencia y planes integrales. Palabras que suenan lindo pero no son herramientas de solución de problemas estructurales como el de la vivienda. Se propone seguir construyendo y aumentar la densidad poblacional en las zonas ya urbanizadas. Una vez más se elude la solución realmente efectiva: habitar las viviendas deshabitadas. Lo que implica que los propietarios no puedan mantener vacía una propiedad por años esperando un buen negocio. Sin embargo, claro está que la derecha nacional jamás irá contra los intereses del capital privado. Una vez más el documento cae en la demagogia, la inconsistencia y la incoherencia.

Como no podía ser de otra manera, en el capítulo sobre seguridad se elude el problema de fondo. La delincuencia es uno de los resultados directos de la desigualdad y la injusticia social. El aumento de bienes al consumo (cantidad de cosas disponibles para ser compradas) y la distancia entre los que lo tienen todo y los que no tienen nada es uno de los principales factores para el aumento de la delincuencia. La derecha nunca va a culpar al sistema capitalista de los robos, los asaltos, las rapiñas, los copamientos y otros delitos. Así como hay quienes en Cabildo Abierto creen que los hombres matan a las mujeres por “exceso de amor”, en el documento se sigue abonando a la idea de que más Policía y más rigor autoritario del Estado solucionará el problema de la inseguridad y la delincuencia. Van menos de seis meses de gobierno y los números del actual ministro del Interior son peores que los del anterior, aunque sólo muestre un pedacito del número que le conviene. Lo nuevo es el aumento de la violencia y los errores policiales. Como se elude el problema estructural, se elude la solución básica, que es la redistribución de la riqueza. En Europa los países que cierran cárceles, como Holanda, han optado por el camino de la redistribución, no por el de la represión.

El documento de la candidata habla de la recuperación de zonas. ¿Como lo que se hizo con el Mercado Agrícola de Montevideo? ¿O como lo que se hizo en el barrio del Antel Arena? ¿O como la recuperación del parque que da a orillas del arroyo Miguelete y el Bulevar José Batlle y Ordoñez? La arbitrariedad salta a los ojos. Cuando se observa el capítulo dedicado a los problemas de la basura, no se menciona una sola solución. Todas insinuaciones y combinaciones de palabras que suenan bien pero en el fondo no dicen nada. Sobre policlínicas queda evidenciado el profundo desconocimiento y, una vez más, la promesa de coordinación con instituciones del gobierno nacional. Como ya se ha dicho, la coalición multicolor tiene fecha de caducidad, su obsolescencia no estará programada pero es segura. El análisis, la propuesta, la candidata, su equipo y la fuerza política que la respalda tienen especial habilidad para combinar la incoherencia, la inconsistencia y la demagogia en su primera propuesta electoral.

Juan Andrés Erosa es militante de Rumbo de Izquierda y estudiante de Ciencia Política en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República.