Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.

Entre tanto esfuerzo dedicado a descalificar todo lo hecho por el Frente Amplio (FA) cuando gobernaba el país, es noticia que uno de los proyectos de ley que presentó en el período anterior sea retomado por el actual oficialismo, que está de acuerdo con su contenido. No se trata, por cierto, de una iniciativa que justifique grandes controversias: simplemente, transfiere las tareas de control de las bebidas alcohólicas nacionales e importadas, que actualmente están a cargo de ANCAP y pasarían a ser desempeñadas por el Laboratorio de Análisis Tecnológico del Uruguay, y aumenta las sanciones a las empresas que violen las normas. De todos modos, nos recuerda que existe algo llamado políticas de Estado, y que en muchísimas áreas las orientaciones no tienen por qué variar radicalmente.

El cambio de gobierno le abrió paso a enfoques muy distintos en varias áreas clave, pero eso no quiere decir que todas las posiciones de quienes eran opositores hasta el año pasado tengan luz verde en el marco de la coalición de gobierno. Ni siquiera ocurre eso con las del presidente Luis Lacalle Pou.

En materia de política exterior, por ejemplo, es notorio que el primer mandatario quiere ubicar a nuestro país en una posición bastante más coincidente con la de Estados Unidos, y que esta postura no es unánime en la “coalición multicolor”. Julio María Sanguinetti y Ernesto Talvi tuvieron una de sus escasas coincidencias de este año cuando ambos se opusieron a que Uruguay apoyara la candidatura de Mauricio Claver-Carone a la presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), propuesta por Donald Trump, y la desavenencia de Talvi con Lacalle Pou fue uno de los factores que incidieron para que dejara de ser canciller. Sin embargo, su reemplazo por Francisco Bustillo tampoco significó un alineamiento total con las posiciones del gobierno estadounidense, que además podría cambiar en pocos meses.

Quienes se oponen a la elección de Claver-Carone, que rompería la tradición histórica de que el BID sea presidido por un latinoamericano, quieren que la votación se postergue, pensando justamente en que la situación puede variar si Joe Biden derrota a Trump en las elecciones del 3 de noviembre. En este marco, el gobierno estadounidense impulsó un pronunciamiento contra la postergación, pero Uruguay no lo firmó. El FA percibe que hay posiciones distintas dentro del oficialismo, y quiere que la Comisión de Relaciones Internacionales de Diputados discuta el asunto. Será interesante ver qué dicen en ese ámbito los legisladores colorados y los de Cabildo Abierto.

A su vez, hay dentro de la diversidad oficialista algunas iniciativas sorprendentes, que van en una dirección opuesta a la de las políticas impulsadas en los gobiernos del FA, pero no por eso reciben apoyo dentro de la “coalición multicolor”. Es el caso de un proyecto de ley presentado por el diputado suplente colorado Jorge Schusman Kraft, por más datos pediatra y relator deportivo, que propone crear un registro nacional de niños con el discutido diagnóstico de “trastorno de déficit atencional e hiperactividad”, y crear escuelas especiales para ellos.

Hasta mañana.