La Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Colombia le dio la razón a la defensa del ex presidente Álvaro Uribe, quien actualmente se encuentra en prisión domiciliaria por un caso de manipulación de testigos en el marco de una investigación sobre las actuaciones de los paramilitares en Antioquia, departamento del que es oriundo y del que fue gobernador en la década de 1990. Su caso pasará a ser tratado por la Fiscalía y no por la Corte Suprema.
De acuerdo a lo que informó el diario colombiano El Espectador, luego de que el 18 de agosto Uribe renunciara a su banca de senador, su defensa presentó una solicitud ante esa misma sala del alto tribunal para que el caso pasara a la Fiscalía. Argumentó que, como Uribe ya no es congresista, la Corte Suprema no tiene competencia para continuar con el caso.
Finalmente, este lunes, luego de dos reuniones extraordinarias, los juristas de la sala decidieron que el tema pasara a ser tratado por la Fiscalía, algo que ya fue criticado por los opositores a Uribe, que entienden que en esta instancia judicial no se actuará con imparcialidad, en la medida en que sus integrantes están estrechamente vinculados al presidente colombiano, Iván Duque, un férreo defensor de su antecesor.
Mientras el caso en el ámbito judicial continúa y apunta para largo, en Estados Unidos surgieron revelaciones que pondrían de manifiesto la cercanía entre Uribe y los grupos paramilitares que en los años 90 surgieron en Colombia. Según datos de la inteligencia estadounidense expuestos por la organización National Security Archives, un grupo de investigación de la Universidad George Washington, el ex presidente colombiano tuvo vínculos con los paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) cuando era gobernador del departamento de Antioquia.
De acuerdo a la investigación que llevó a cabo esta entidad universitaria y que fue consignada por la agencia de noticias AFP, existió un diálogo entre el entonces secretario de Defensa estadounidense, Donald Rumsfeld, y un funcionario del Pentágono. Este último le habría dicho a su jefe: “Casi seguro, Uribe tuvo trato con los paramilitares cuando era gobernador de Antioquia”.
Otro cable de inteligencia, de 1997, manejado por la embajada de Estados Unidos en Bogotá, detalla una conversación con el político colombiano Jorge Albeiro Valencia Cardona, quien describió una “red de vínculos entre el gobernador [Uribe], los terratenientes, los paramilitares y las guerrillas”. Según el relato de Valencia, los paramilitares se referían a Uribe como “el viejo”.
El partido de Uribe, el Partido Centro Democrático, negó rotundamente este informe proveniente de Estados Unidos y aseguró que las únicas “relaciones” que Uribe tuvo con paramilitares fueron para meterlos en la cárcel. Destacaron, además, que durante su mandato se desmovilizaron unos 35.000 combatientes de las AUC.