Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.

La actividad política no es muy intensa en estos días, pero resulta visible, dentro del oficialismo, la creciente intención de exhibir algunas diferencias. Esto no significa que haya problemas insalvables ni que se avecine una fractura de la coalición de gobierno; simplemente indica que, en el actual contexto de problemas económicos y sociales, varios partidos o sectores consideran oportuno proclamar su voluntad de que el Poder Ejecutivo haga mayores esfuerzos para reducir daños, o dejar constancia de su receptividad a diversos reclamos sociales.

Esto ha ocurrido en muchos gobiernos anteriores y suele ser criticado como una muestra de apetitos electorales prematuros. También se afirma que quienes critican a un gobierno desde adentro saben que las medidas menos populares se adoptarán de todos modos, y toman distancia para que otros aparezcan como los malos de la película.

En este caso, sin embargo, hay que tener en cuenta que el presidente Luis Lacalle Pou ha ignorado durante un año entero la demanda de que se realicen reuniones periódicas de quienes integran la “coalición multicolor”, planteada en febrero de 2020 por los partidos Colorado y Cabildo Abierto (CA), socios indispensables para que el Partido Nacional pueda aprobar proyectos de ley. Si esa especie de “mesa política” existiera, la participación en ella le impondría mayores compromisos a todos los partidos. Nadie está obligado a respaldar iniciativas sobre las que no fue consultado.

En la previa de la reunión del Consejo de Ministros que se realizará el lunes que viene, desde CA se señala que sus propuestas para aumentar el respaldo a las pequeñas y medianas empresas no han recibido respuesta, y el Partido Independiente da a conocer su aspiración de un subsidio a trabajadores informales, para no ser menos que los cabildantes ni que los colorados, quienes también plantearon medidas adicionales para reactivar la actividad económica.

Con independencia de los perfiles que desee marcar cada integrante de la coalición, el presidente del PIT-CNT, Fernando Pereira, reitera la demanda de que haya respuestas más contundentes ante la crisis social por parte del gobierno como tal.

A esto se agregan los debates en el oficialismo acerca de las medidas manejadas desde el Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) para incidir en el mercado de los combustibles. El tema es particularmente sensible, porque durante la campaña electoral se puso mucho énfasis en que los precios para “el país productivo” eran excesivos, y se presentó el del gasoil como un ejemplo emblemático de los males atribuidos al gasto público excesivo, la ineficiencia y los monopolios estatales.

Resulta que no era tan sencillo bajar los precios, y una de las medidas planteadas por el MIEM es eliminar la obligación de agregarle biodiésel al gasoil. Pero esto no sólo tendría consecuencias ambientales, sino que afectaría además fuentes de trabajo, y ambas cosas determinan que haya sectores oficialistas dispuestos a profundizar la discusión. Hasta mañana.