Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.

Es frecuente que las buenas noticias se hagan esperar, pero no lo es tanto que haya dos el mismo día. Ayer se inauguró la Unidad Agroalimentaria Metropolitana, que reemplaza al viejo Mercado Modelo. La Intendencia de Montevideo (IM) llevó adelante durante décadas el proyecto, cuya conducción se intentó transferir el año pasado al Poder Ejecutivo, sin éxito. Horas más tarde, Presidencia anunció que entre jueves y viernes llegarán a Uruguay las primeras dosis de vacunas contra la covid-19.

Serán 192.000 dosis del laboratorio chino Sinovac, y la campaña de vacunación comenzará el lunes de la semana que viene. Se aplicarán a las personas menores de 60 años que trabajan en la educación y en el Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay, así como a policías, militares y bomberos en actividad.

Al personal de la salud (salvo quienes administrarán estas primeras vacunas) le tocará luego del 8 de marzo, cuando lleguen las primeras entregas de Pfizer, por una decisión “técnica, no política”, según el presidente Luis Lacalle Pou. Según señaló en una entrevista con este medio el médico Edgardo Sandoya, no hay aún publicaciones en revistas arbitradas sobre la fase 3 de ensayos clínicos del producto de Sinovac.

Lacalle Pou dijo que entre las dosis que se esperan de Sinovac (1.750.000 en total, que se completarían el 15 de marzo) y las de Pfizer (460.000), a fines de abril se habrá recibido un total de 2.210.000, dos millones de ellas en marzo. Con un par de dosis por cabeza, esto permitiría vacunar a más de 1.100.000 personas, y el ritmo planificado es 30.000 por día, seis días a la semana.

El anuncio de la llegada de vacunas le quitó relevancia, en forma muy conveniente para Lacalle Pou, a la información sobre los intercambios ayer mismo, en el Consejo de Ministros, sobre las propuestas de los partidos Cabildo Abierto, Colorado e Independiente para aumentar los recursos destinados a reducir los impactos sociales y económicos de la emergencia sanitaria.

El presidente se limitó a reiterar que esas iniciativas le parecen, en general, “de sentido común”, y a mencionar que la ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche, ya había adelantado que este año el gasto previsto por la pandemia será de cerca de 540 millones de dólares.

Como esas declaraciones de Arbeleche se produjeron antes de que los socios del Partido Nacional anunciaran sus aportes en la materia, da la impresión de que no hay intenciones de cambiar mucho el plan. Por lo menos, Lacalle Pou no llegó al extremo de comentar, como lo hizo acerca de proyectos de ley elaborados por el frenteamplista Movimiento de Participación Popular, que además de proponer “en qué gastar” hay que decir “de dónde sacar los recursos”, para no caer en el “voluntarismo”.

Sin embargo, a veces lo más importante es asumir que un desembolso es necesario, y a partir de esto se piensa de dónde saldrá el dinero. Es el caso de las compensaciones que la IM decidió pagar a sus trabajadores por la realización de teletrabajo, que obviamente implica gastos adicionales en el hogar.

Hasta mañana.