Una temporada nefasta, que permite vaticinar un “invierno largo”. El Sindicato Único Gastronómico y Hotelero del Uruguay (Sughu) estima, en base a información del Banco de Previsión Social, que este verano sólo en Maldonado se perdieron 8.000 puestos de trabajo en los sectores de la hotelería y la gastronomía.
Óscar Andino, secretario departamental del Sughu, dijo a la diaria que, en paralelo a la caída general por la mala temporada, se generaron “situaciones de abuso” por parte de empresarios, que “sobrecargaron” de funciones al personal disponible. El sindicato, según Andino, recibió este verano unas 30 consultas de trabajadores de restoranes, en las que se constataron “ejemplos de dobles turnos de hasta 14 horas diarias”. “Hay un abuso, que intentan justificar por el estado general [del sector]”, explicó el dirigente.
“El invierno va a ser duro, nosotros tenemos unos 1.000 trabajadores afiliados al sindicato, tuvimos 15 delegados despedidos y ninguno quiso pelear el puesto de trabajo. Agarraban la plata y se iban. Y los tratábamos de convencer, pero no había caso”, lamentó el sindicalista.
Andino contó que muchos trabajadores no reclaman por temor a que no los contraten en la temporada siguiente. “Nuestro rubro tiene eso: siempre el trabajador se va pensando en volver y no quiere jugarse el puesto por un encontronazo. Ahí es donde está el origen del abuso”, opinó.
Por otra parte, el Sughu Maldonado considera que hay una “total ausencia” de políticas públicas para mitigar el impacto de la pandemia sobre el sector, en particular los trabajadores de temporada. “Necesitamos que el Poder Ejecutivo intervenga mucho más en medio de esta crisis económica y social. Por ejemplo, a los guías turísticos les estaban pagando 6.800 pesos como compensación porque no tenían derecho al seguro. Nosotros creemos que no es razonable; ningún ser humano puede llegar a mantener una familia con un subsidio de este tipo”, alertó Andino.
En julio de 2020 el sindicato le reclamó al gobierno nacional y a los agentes gastronómicos y hoteleros que se apliquen medidas paliativas para enfrentar la crisis, pero estas no fueron tenidas en cuenta. Entre otras cosas, recuerda Andino, pidieron una renta básica de un salario mínimo nacional (unos 15.000 pesos) para los trabajadores de temporada, que efectivamente resultaron ser los más afectados esta temporada.