Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.

La reunión del presidente Luis Lacalle Pou con la comisión especial del Senado para el seguimiento de la pandemia tuvo el resultado previsible de reafirmar diferencias sustanciales.

Los representantes del Frente Amplio (FA) reiteraron su posición, alineada con las recomendaciones del Grupo Asesor Científico Honorario (GACH) para frenar la propagación de la covid-19. En resumidas cuentas, aplicar medidas transitorias que reduzcan en forma drástica la movilidad social. A esto le agrega el FA, en un área sobre la que el GACH no tiene el cometido de asesorar, la propuesta de disponer apoyos estatales, también transitorios, a las personas y actividades afectadas por esas medidas.

La cuestión, como sabemos, es que Lacalle Pou mantiene su negativa a ese tipo de decisiones, y alega que no darían resultado por falta de acatamiento (aunque cabe suponer que tampoco quiere que el Estado realice los desembolsos requeridos por la iniciativa del FA).

Tras el encuentro, el senador nacionalista Gustavo Penadés destacó que si bien existe la diferencia antedicha, el Poder Ejecutivo aceptó “más de siete” de las propuestas del FA. El enfoque contable del asunto también había sido empleado anteayer por Lacalle Pou, cuando lo entrevistaron en Subrayado, pero aunque Penadés haya sacado las cuentas mejor que el presidente, el problema es que no importan las cantidades, sino la orientación.

La recomendación formulada por el GACH el 7 de febrero, que Rafael Radi reiteró con énfasis la semana pasada, es una sola: cortar en su inicio la secuencia de contagios, internaciones y muertes. Con esa finalidad se propuso un conjunto de medidas, y el presidente decidió no aplicar algunas que el GACH considera indispensables para lograr el efecto deseado (que, de hecho, no se logró).

Por lo tanto, carece de relevancia qué porcentaje de las sugerencias decidió aplicar el presidente. Las que descartó no fueron “dos y media”, como dijo en Subrayado, sino una decena, pero lo central es que no hizo ni intentará hacer lo que el GACH le propuso.

Del mismo modo, todos podemos alegrarnos de que Lacalle Pou haya decidido revisar protocolos sanitarios en los lugares de trabajo o aumentar el monto mínimo del seguro de paro, no porque lo haya propuesto el FA sino porque es conveniente. Pero la cuestión es que las propuestas frenteamplistas en lo económico y lo social son parte de una orientación general, y apuntan a paliar las consecuencias de reducir actividades, aunque muchas de las medidas puedan tener utilidad por sí mismas.

No hace falta ser muy malpensado para suponer que el presidente trató de quitarle relevancia a la reunión, tanto con la aparición en Subrayado el día anterior, cuando adelantó sus posiciones, como con la decisión de sumarle ayer a la agenda informativa dos anuncios de impacto: el de que se reanudará, desde el lunes, el avance hacia las clases presenciales en primaria, y el de que se presentará una denuncia penal con base en los resultados de la auditoría sobre la construcción del Antel Arena. Sin embargo, es inocultable que la confrontación de posiciones en la Torre Ejecutiva fue lo más importante para el país.

Hasta mañana.