Armando Castaingdebat, exsubsecretario del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) y ahora diputado de Flores por el Partido Nacional, se refirió a la salida del exministro Pablo Bartol, a quien acompañó en el Mides hasta comienzos de mayo, cuando el presidente Luis Lacalle Pou resolvió pedirle la renuncia a Bartol y nombrar como titular a Martín Lema. En una entrevista con el semanario Búsqueda, Castaingdebat afirmó que a su entender Bartol “fue un ministro pensado para otro Uruguay y no tuvo el tiempo para demostrar o hacer, yo creo, lo que podría haber hecho…”.

Señaló que el pedido de su renuncia fue “un proceso”, por las dificultades en que el Mides articulara las políticas sociales con los gobiernos departamentales: “Desconocer la importancia que tienen los gobiernos departamentales en el territorio es no conocer el diseño del Estado en este país. En esa línea, en ese proceso es que se desemboca en el cambio de Pablo, creo que comparto ahí la visión de Luis de que era necesario tener una impronta más política”, dijo, y añadió que impronta política “es poder tener la capacidad de articular rápidamente con los actores políticos”.

Consultado sobre su rol, y si no estaba definido que él hiciera esa articulación, Castaingdebat respondió: “Yo era el que estaba haciéndolo. Pero después el resto de la historia es si yo me iba a quedar o no”.

“Capaz lo que Pablo nunca tuvo, y eso ya es una discusión más de fondo, es qué papel pueden o deben o juegan aquellos realmente outsiders de la política”, opinó Castaingdebat, que mencionó que el de Bartol “no es el único ejemplo que llevamos en estos dos años de gobierno, no sólo en el equipo de gobierno, sino en actores que apostaron a otras cosas… Yo soy un defensor del sistema político uruguayo, porque creo que es la gran fortaleza que tiene este país”.

Aclaró que no es que “no haya lugar para los outsiders; sí, hay lugar para los outsiders, pero hay momentos del país en que…”, y recordó el rol del exministro de Economía Alejandro Atchugarry durante la crisis de 2002, que “sin ser contador, en base a su jerarquía política, cuando parte del sistema político pedía un default él logró posicionar a Uruguay para que quedara pronto en una salida”. En las crisis, resumió, tal vez los outsiders deben estar “en otro lugar, no tanto en la primera línea de fuego, sino más en un rol de asesoramiento”.

Luego comentó que si bien ocupa su banca por el departamento de Flores, va “una o dos veces por semana a Presidencia a juntarme con Álvaro [Delgado] o con algún ministro a hacer sugerencias. La semana pasada estuvimos con el ministro [de Salud, Daniel] Salinas y con [el subsecretario de Salud, José Luis] Satdjian y con los presidentes de Peñarol y Nacional para ver cómo podíamos colaborar con el conocimiento del tema para ir pensando en el día después” del fútbol. Contó que la próxima semana se va a reunir con el presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol y el presidente del Banco de Previsión Social (BPS) “a ver si podemos encontrar una solución que históricamente no se pudo solucionar, que es el endeudamiento de los clubes profesionales con el BPS”.

Además, dijo que “a Lema le como la oreja, sin tener el título de subsecretario, le como la oreja. Lo mismo a muchos directores con los cuales tenía y sigo teniendo trato”.