Este lunes se producirá el segundo cambio en el gabinete de gobierno de la coalición multicolor, con la asunción de Martín Lema al frente del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) y la salida de Pablo Bartol. El movimiento implica el alejamiento del cargo de uno de los tres secretarios de Estado que Luis Lacalle Pou había designado meses antes de ganar la elección, y tiene como trasfondo la búsqueda de dar un mayor peso político a la conducción del Mides. Sobre el nuevo ministro, en el oficialismo destacan su experiencia política, la gestión a nivel legislativo y una impronta de trabajo articulado.

Lacalle Pou comunicó el relevo en el Mides al caer la tarde del sábado 1º de mayo a través de su cuenta de Twitter, agradeciendo al jerarca saliente “por su dedicación y compromiso al servicio del país”. El mensaje fue inesperado en ámbitos políticos, según confiaron a la diaria dirigentes de la coalición. 

Poco tiempo después del anuncio, se empezó a arrojar luz sobre el movimiento, cuando la Presidencia de la República publicó un comunicado: “la gestión se encamina hacia un nuevo abordaje integral”; el futuro por los impactos de la pandemia “demandará una impronta de fuerte articulación política y territorial”; se entendió “necesario realizar un giro en la conducción, con el fin de abordar un nuevo objetivo político”.

Con un mensaje de cuatro párrafos, en el que se menciona a Bartol como “pieza clave en el proceso de transformación técnica” del Mides, el gobierno dejó entrever que promueve la llegada de un ministro con mayor peso político, en reemplazo de uno de muy poca trayectoria en esta área. 

Varias de las aptitudes de Lema mencionadas desde el oficialismo para defender su designación –cercanía y confianza con el presidente, trayectoria política, habilidades para debatir y capacidad de gestionar equipos– se contraponen a las de Bartol, que llegó al cargo por su actividad social y no tenía experiencia previa en la arena política. 

El outsider político que eligió Lacalle Pou

Con la decisión quedan atrás 14 meses de gestión del exdirector de la fundación Los Pinos, un proyecto educativo en el barrio Casavalle que Bartol lideró por 21 años y fue lo que lo conectó con Lacalle Pou. Tras conocer esta labor social, el presidente lo tentó para sumarse a su equipo en su primera experiencia como candidato, en 2014, no lo logró e insistió cinco años después, cuando Bartol aceptó ser referente dentro del área de políticas sociales y luego fue confirmado como titular del Mides, previo a la elección nacional.

En la campaña causó polémica su idea de dar “clases de yoga” a las personas en situación de calle y también provocó una denuncia ante la Fiscalía de la anterior gestión del Mides, tras decir que tenía información de la base de datos interna del organismo. Asumió en marzo de 2020 en un estrado ubicado en la calle 18 de Julio, afuera del edificio del Mides, y no logró cumplir su promesa de trasladar la sede al barrio Casavalle –tenía previsto concretar la mudanza a mitad de año–.

La gestión de Bartol estuvo marcada por la pandemia, que afectó principalmente a un amplio grupo de trabajadores informales que vieron reducidos sus ingresos, con lo que quedaron en la mira de la asistencia del Mides. El funcionamiento y los resultados de las políticas sociales habían estado en el centro del debate durante la campaña, sin embargo Bartol no entró mayormente en la discusión política desde su rol de ministro, si bien su figura y gestión fueron cuestionadas reiteradas veces desde el Frente Amplio (FA).

Uno de los puntos álgidos de ese enfrentamiento político ocurrió en julio de 2020, cuando falleció por hipotermia una persona que intentó ingresar a refugios del Mides. Al comparecer ante el Parlamento, el ministro admitió que había cupos disponibles y hubo “falta de coordinación”.

Entre cambios en varios programas en ejecución y eliminación de otros, reclamos de los trabajadores por atrasos en los pagos, auditorías y denuncias públicas muy variadas –desde que había café vencido a contenedores olvidados con insumos hospitalarios y denuncias sin procesar con “apariencia delictiva” de usuarios y asistentes del Sistema de Cuidados–, pasó el primer año de gestión del Mides.

En febrero, la estructura inicial del Mides sufrió el primer cambio, con la salida del número tres, Nicolás Martinelli, que pasó a trabajar como asesor del presidente. Ahora podría ser quien ocupe la banca en Diputados de Lema, ya que es su primer suplente.

Un “político profesional” para defender la gestión

El nuevo ministro pertenece a la Lista 404 del Partido Nacional (PN) y fue fundador de la agrupación blanca junto a Lacalle Pou, el secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado, y otras figuras del actual gobierno. Además de actuar como legislador en el período pasado y centrar parte de su trabajo en el contralor de la gestión del Mides durante el gobierno frenteamplista, Lema ocupó la presidencia de la Cámara de Diputados en el primer año de la actual legislatura.

“Si el presidente quiere darle una impronta más política al Mides es razonable [la designación de Lema]. Es alguien ejecutivo, que puso la atención en el Mides desde hace años, y que imagino va a desplegar una actividad muy importante, un gran despliegue territorial del Mides. Esa es su impronta”, dijo a la diaria el diputado blanco Gonzalo Mujica.

Desde el Partido Colorado (PC), el diputado Felipe Schipani expresó a la diaria que no cree que la salida de Bartol responda a “una mala gestión”, sino que se busca “darle otro enfoque al Mides” pensando en “la etapa final de la pandemia” y los planes posteriores. Dijo que Lema tiene “mayor capacidad de articulación política, porque es un político profesional, liderazgo y gestión”.

A su vez, Mujica señaló que la gestión del Mides es “un tema muy virulento” y de “debate permanente” entre el gobierno y la oposición. Lema “tiene una solvencia muy grande” para defender al gobierno “en esa controversia, algo que a otros los puede desgastar mucho”, consideró el diputado del PN. Schipani coincidió en que el nuevo ministro “cumplirá un rol de defensa política de la gestión de gobierno” mayor que su antecesor.

Desde la oposición, varios dirigentes se expresaron vía redes sociales, recordando que Bartol deja el Mides con 100.000 personas más en la pobreza y sin cumplir promesas electorales, como el traslado de la sede a Casavalle. Micaela Melgar, diputada del FA y que fue parte de la dirección del Mides durante la última gestión de la exministra Marina Arismendi, dijo que el recambio es “un reconocimiento del fracaso de las políticas sociales” y que los “resultados de la improvisación en un ministerio estratégicos” son el crecimiento de la pobreza y las ollas populares. “Es urgente detener el desmantelamiento del Mides y generar políticas sociales que den respuesta a las necesidades de la gente”, añadió. Por su parte, la exsenadora frenteamplista Mónica Xavier escribió que en el saldo de Bartol se encuentra, además de sumar 100.000 personas más a la pobreza, que “multiplicó las ollas populares y la gente en situación de calle”, “desmanteló programas de apoyo” y “nunca mudó la sede como prometió”.