Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.

Las recorridas por el país de dirigentes del Frente Amplio (FA) tienen un componente relacionado con la próxima Rendición de Cuentas, pero forman parte de un trabajo político más amplio. Este incluye el plan “El FA te escucha”, para establecer y consolidar vínculos con personas y sectores sociales no frenteamplistas, conociendo sus demandas sin descartarlas de antemano.

Quienes dicen que la elección de Fernando Pereira como presidente del FA implica que esa fuerza política adoptó un perfil radicalizado como el del PIT-CNT muestran un conocimiento muy escaso del sindicalismo uruguayo. Este se ha dedicado, históricamente, a la organización de trabajadores con muy diversas preferencias partidarias, y la articulación de un programa de soluciones para el país, más allá de las reivindicaciones a corto plazo de los trabajadores, sin perder la capacidad de diálogo y negociación con los sectores opuestos a esas reivindicaciones.

En la muy mentada autocrítica frenteamplista tras la derrota electoral de 2019, una de las conclusiones centrales se refirió a la pérdida de vínculos fluidos con el conjunto de la sociedad. Parece que en vez de desaprovechar esa reflexión, reiterando apenas la idea de que la desvinculación determinó que “la gente no entendiera” todo lo que habían hecho bien los gobiernos del FA, creyera el relato de la oposición y la votara, existe la voluntad política de retomar la construcción de programa en contacto con la gente.

Construir programa no es darles la razón a todas las personas que se quejan y reunir una larga lista de demandas, sino tratar de organizar, sintetizar y jerarquizar demandas en una propuesta política realizable. Y no desemboca en proponer un plan de gobierno que beneficie solamente a quienes están hoy disconformes, sino uno que beneficie al país y a mayorías más amplias que las que decidan votar al FA.

En ese marco se ubican la reunión de dirigentes frenteamplistas con la intendenta nacionalista de San José, Ana Bentaberri, que inició intercambios sobre problemas de seguridad pública, y el encuentro de Pereira, también en San José, con representantes de Un Solo Uruguay, cuyos portavoces están ideológicamente muy lejos del FA, y que contribuyó a que mucha gente rechazara su gestión en el gobierno, pero que no es un conjunto homogéneo y tiene entre sus simpatizantes, sin duda, a sectores populares.

Lo de Bentaberri es muy destacable porque los principales dirigentes del oficialismo, en cambio, están mostrando cada vez menos voluntad de diálogo y articulación con la oposición social y política. Esto es una causa importante de sus problemas actuales, y repite errores que cometió el FA cuando gobernaba.

Pereira viene hablando de “construir una nueva mayoría” desde antes de volcarse a la actividad partidaria, y es atinado que lo haga desde ya. En un año electoral cabe el intento de alianzas para fortalecer la disputa del “centro”, como se hizo en Brasil con la postulación de Geraldo Alckmin en la fórmula encabezada por Lula da Silva. Ahora es tiempo de un trabajo más básico, que corresponde a una visión del FA como el sindicato del país.

Hasta mañana.