Actuales reglas de juego: una persona de 45 años de edad -o menos- que gana unos 30.000 pesos por mes cobrará, después de tres décadas de aportes, una jubilación de 22.412 pesos. Nuevas reglas de juego: la misma persona de la misma edad después de los mismos años de aportes, pero con cinco años más de trabajo, tendrá una jubilación de 17.988 pesos, esto es, 20% menos. La proyección forma parte de un informe técnico presentado el viernes por los directores en el Banco de Previsión Social (BPS) en representación de los trabajadores, jubilados y pensionistas, Ramón Ruiz y Ariel Ferrari, que analiza el anteproyecto de reforma de la seguridad social del gobierno.

“No solamente nos piden que trabajemos cinco años más, sino que además rebajan las futuras jubilaciones”, subrayó Ruiz en conferencia de prensa. La disminución de las prestaciones a causa del régimen propuesto por el Poder Ejecutivo, sostuvo, afecta a “todos los trabajadores y todas las trabajadoras menores de 52 años” al día de hoy, con diferencias en función de la edad. “Los que hoy tienen 40 años van a perder más que los que tienen 50 años; y los que hoy tienen 30 años van a perder aún más que los que tienen 40 años”.

Ferrari agregó que una persona que se retira a los 65 años de edad con 30 años de aportes recibe con el actual régimen “55% de tasa de reemplazo”, mientras que, según lo dispuesto en el anteproyecto, “recibirá 45%” en promedio. El director en representación de los jubilados y pensionistas apuntó además que, “al mes de iniciada la ley”, se verán afectadas las jubilaciones por incapacidad física, las pensiones de sobrevivencia, vejez e invalidez y el seguro transitorio por incapacidad. Ese fue el primer punto de la presentación del informe.

El segundo fue el financiamiento de la seguridad social. Según Ruiz, en el anteproyecto presentado por el presidente Luis Lacalle Pou “no hay ninguna medida que apunte a mejorar el financiamiento del sistema previsional”. “La convocatoria a la Comisión de Expertos [en Seguridad Social] estuvo inspirada en un problema de sostenibilidad, es decir, que lo que se recauda no alcanza para pagar las prestaciones, pero en este anteproyecto están faltando medidas que apunten a crear nuevas fuentes de financiamiento”, afirmó el director en representación de los trabajadores.

Al respecto, Ferrari expresó que “habría que discutir si es sólo con el aporte obrero y patronal que se puede financiar la seguridad social”. A su entender, en el país hay “exoneraciones” que, aunque “no decimos que hay que eliminarlas”, “sí decimos que hay que analizarlas”. A modo de ejemplo, mencionó los beneficios fiscales de la educación privada, las instituciones deportivas y los cultos religiosos.

Por último, el tercer punto que destacaron los directores del BPS fue que la propuesta del gobierno, a su criterio, consiste en una reforma “jubilatoria” y no en una reforma “integral” de la seguridad social. Para Ruiz, el anteproyecto debería “contemplar otros componentes”, tales como el sistema nacional de cuidados y la primera infancia.

“Se acaban de dar los datos de la pobreza y en la primera infancia tenemos dificultades. Parece increíble estar discutiendo una reforma de la seguridad social y que no esté incluida la preocupación por la primera infancia”, expresó Ruiz. Según la última medición del Instituto Nacional de Estadística, divulgada el jueves, en la primera mitad del año 22,5% de los menores de seis años se ubicó por debajo de la línea de pobreza.

Ferrari cuestionó que a pesar de que se señala como un problema el envejecimiento de la población, “dentro de pocos años 25% de la sociedad va a tener más de 65 años”, en el anteproyecto “no hay absolutamente ni una línea en lo que hace al sistema de cuidados”. En ese sentido, afirmó que es “un error” hablar de una reforma de la seguridad social, “cuando lo único que se hace es una reforma jubilatoria en base a recortar beneficios que hoy tiene la gente”.

Al cierre, Ruiz criticó a Lacalle Pou por “incumplir” su promesa electoral de no aumentar la edad de retiro “a los que hoy están trabajando” y reclamó la construcción de una reforma previsional “entre todos”, con “diálogo social y político”. La del gobierno, subrayó, “es injusta y no es solidaria”.

Los números

En el informe, elaborado por el equipo técnico en representación de los trabajadores en el BPS, se exponen varias comparaciones entre el monto de la jubilación que permite el régimen vigente y el que se obtendría con el nuevo régimen a consideración. Para el análisis se elige como base “a una persona trabajadora que firmó la opción voluntaria de aportar a las AFAP y tuvo la movilidad salarial promedio de BPS”.

El estudio advierte que todas las personas que hoy tienen 45 años -o menos- “se retiran con una jubilación menor a la que obtendrían por el régimen vigente”. A partir de 2043, primer año en que se aplicaría íntegramente la reforma, un trabajador cuyo salario medio fue de 18.000 pesos accedería a una jubilación de 14.561 pesos, mientras que con el actual régimen cobraría 15.769 pesos. La pérdida, entonces, sería de 8%.

En tanto, un trabajador con un sueldo medio de 25.000 pesos tendría con el nuevo sistema una jubilación de 16.560 pesos y con el actual sistema, 18.676 pesos, es decir, una rebaja de 11%. El porcentaje de disminución de las jubilaciones aumenta a medida que aumenta el salario medio. Así, un trabajador con un sueldo de 70.000 pesos se retiraría con 34.861 pesos, cuando el actual sistema le permite una jubilación de 54.492 pesos. La caída sería de 36% en este último caso.

El informe puntualiza que al inicio de la etapa de transición -prevista en el anteproyecto para 2027-, “cuando la ponderación del régimen propuesto es relativamente menor y la 'licuación' del suplemento solidario todavía es acotada”, hay “colectivos de salarios relativamente bajos” que serían beneficiados con mejores jubilaciones. No obstante, advierte que a partir de 2035 “prácticamente desaparecen” los beneficios para los trabajadores de menores ingresos.