El jueves, el Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó el informe con los datos sobre la pobreza e indigencia en Uruguay en el primer semestre de 2022, un reporte que desde el año pasado varió su periodicidad y pasó a ser cada seis meses, cuando antes se calculaba cada año. La medición de la pobreza en personas se ubicó en 10,7% a la mitad del año, lo que significa una baja con respecto al último semestre del año anterior (11%) y una suba frente al mismo período del año previo (10,2%).

A su vez, los niveles de pobreza son mayores en dos puntos porcentuales a los registrados en 2019, es decir, antes de la pandemia (8,6%), e inferiores a los estimados para 2020, que representó el mayor registro de los últimos años (11,8%).

Los datos semestrales muestran que, según el cálculo del INE, unos 380.000 uruguayos no alcanzan a reunir los ingresos necesarios para cubrir una canasta promedio de alimentos y otras necesidades, que se ubicó en el período considerado en 17.139 pesos para una persona. El INE también calcula la pobreza por hogares, medición que se ubicó en el primer semestre del año en 7,4%, lo que indica una mínima mejora frente al dato de 7,5% del segundo semestre de 2021. Frente a igual período del año previo, el guarismo de hogares bajo la línea de pobreza no sufrió variación.

También con la medición por ingresos se observa la indigencia en Uruguay, que muestra el número de personas que no logran reunir ingresos para cubrir sus necesidades alimentarias básicas. Quedaron por debajo de la línea de indigencia en el primer semestre del año 0,3% de los hogares y 0,4% de las personas, un deterioro frente al registro de 0,2% en hogares y personas del primer semestre de 2021.

En 2020, el total de hogares bajo la línea de indigencia se había ubicado en 0,3%, mientras que las personas bajo esta línea alcanzaron 0,4%. En 2019, los hogares bajo la línea de indigencia estaban en 0,1% y el total de personas se había ubicado en 0,2%.

Por territorio y edad

En su informe, el INE planteó que “la incidencia de la pobreza presenta una distribución heterogénea en el territorio nacional”, con “los mayores valores en los departamentos de Rivera, Cerro Largo, Treinta y Tres y Montevideo”, al tiempo que “los niveles más bajos corresponden a los departamentos de San José, Flores y Durazno”. Otro aspecto que se apuntó es que “la pobreza continúa afectando en mayor medida a los hogares con jefatura femenina”.

También el reporte oficial permite ver los niveles de pobreza por edad, y se indicó que “la población comprendida entre los tramos de menores de 6 años, de 6 a 12 años y de 13 a 17 años es donde se registra la mayor incidencia de la pobreza”.

En efecto, en el primer semestre del año, hubo 22,5% de menores de 6 años considerados pobres; 18,5% entre 6 y 12 años; 17,1% entre 13 y 17 años; 9,5% entre 18 y 64 años; y 2% en personas con 65 años o más.

El economista Nicolás Cichevski, de CPA Ferrere, analizó en función de estos datos que “la incidencia de la pobreza en menores de 6 años fue similar a 2020 (22,5%) y muy por encima de 2019 y 2021”, cuando estuvo en 16,4% y 16,1%, respectivamente.

Cuando se presentaron los datos del primer semestre de 2021, el Ministerio de Economía y Finanzas convocó a una conferencia donde destacó que “se registró la menor tasa desde 2006 de menores de seis años bajo la línea de pobreza”, lo que asoció a las ayudas sociales brindadas en el marco de la pandemia. Este asunto luego derivó en un debate político, ya que se cuestionó la interpretación y utilización por parte de las autoridades de un dato parcial sobre la pobreza en niños.

"Dentro del margen de error"

El economista Matías Brum, profesor del Instituto de Economía (Iecon) de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de la República e investigador especializado en temas de pobreza, se pronunció en Twitter luego de conocidos los datos del INE. En su mensaje, consideró que tanto la baja de 0,3 puntos porcentuales de la pobreza frente al segundo semestre del año pasado como la suba de 0,5% frente a igual período del año previo “están dentro del margen de error”. Frente a esto, el especialista sostuvo: “Antes de debatir problemas y virtudes de cada comparación, no podemos decir que haya pasado algo. Es una no-noticia”. Es decir, pidió tiempo para procesar los microdatos de la medición del INE, que pueden aportar mayor información sobre el fenómeno de la pobreza que el dato global.

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