Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.
Se puede faltar discretamente a un evento o tratar de que la ausencia sea notoria. Lo segundo fue lo que hicieron dos senadores del Partido Nacional y la totalidad de la dirigencia de Cabildo Abierto en las celebraciones por los 40 años de la proclama del Obelisco.
Tres puntualizaciones sobre aquel evento en el que se reclamaba el fin de la dictadura. Primero, que aunque había representantes de todos los grandes partidos políticos –y de diversas organizaciones sociales–, no estaban allí personas de todos sus sectores. En el caso de algunos grupos del Frente Amplio, porque estaban ilegalizados. En el de los partidos tradicionales, porque había sectores importantes, como el pachequismo colorado y el ala de Gallinal en el nacionalismo, que apoyaban a la dictadura.
Segundo, que esos grupos conservadores de los partidos tradicionales habían resultado minoritarios en las elecciones internas de 1982. Por eso, entre otras cosas, los militares en el poder intentaron crear una especie de “partido de la dictadura”, que no prosperó.
Tercero, que la idea de avanzar con ese partido todavía estaba viva el 28 de noviembre de 1983, cuando el general Gregorio Álvarez, que usurpaba la presidencia, dio su opinión, en cadena nacional de radio y televisión, acerca de la multitudinaria manifestación del Obelisco.
“Si uno de los postulados del acto fue la defensa de la democracia, no se puede entender que en el estrado hayan estado presentes quienes por su ideología han sido y son sus más recalcitrantes enemigos. Es incomprensible que se trate de reivindicar desde el estrado y en la proclama a los dirigentes marxistas que accionaron como grupo subversivo, infiltraron los centros de enseñanza, subvirtieron todas las formas de la actividad nacional e intimidaron a la población por la violencia y el miedo. En cuanto a la proclama, es en su contenido mentirosa e insultante. Cabe preguntar, y así lo hacemos, a los dirigentes de los partidos políticos: cuando se habla de conjunción nacional, ¿estamos asistiendo a la creación de un frente amplísimo en donde veríamos mancomunados a quienes dicen defender la democracia con quienes pretenden destruirla desde siempre?”, dijo el tirano hace 40 años.
Esta semana, el senador blanco Sebastián da Silva fundamentó su ausencia del acto de este lunes en el hecho de que “hoy la democracia no peligra”, pero que en cambio “peligra la calidad democrática cuando reiteradamente se pretende instalar un relato desestabilizador a un gobierno democrático”. Su correligionaria Graciela Bianchi afirmó: “No tengo nada que hacer en un estrado con Fernando Pereira”, en referencia al presidente del Frente Amplio. “Lo que tengo que hacer es conseguir votos para que no vuelvan más al poder”, agregó.
El general retirado Guido Manini Ríos, por su parte, explicó ayer por qué no hubo nadie del partido que lidera en la conmemoración del acto contra la dictadura: tenía “incompatibilidades” con el texto leído. “En esa proclama se habla que en estos 40 años se cumplió siempre con las reglas del sistema democrático y nosotros dijimos que no siempre se cumplieron con las reglas, que no siempre hubo democracia plena en el verdadero sentido de la palabra”, dijo Manini en referencia al conflicto desatado en torno a la necesidad de juzgar a los militares que cometieron crímenes durante la dictadura, que fue restituida por la Suprema Corte de Justicia y por el Parlamento en 2011.
Hasta mañana.