Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.
Según un memorable chiste del grupo argentino Les Luthiers, Rodrigo Díaz de Carreras “acertó a fundar Caracas... en pleno centro de Caracas, que ya estaba fundada”. Viene a cuento en relación con la polémica en curso, graciosa pero no tanto, sobre cuándo corresponde celebrar los 300 años de la ciudad de Montevideo, típica de un mes de enero en el que no abundan las noticias políticas importantes.
Tres cosas son muy obvias. La primera es que, como han señalado historiadores pacientes con la prensa, Montevideo tuvo un proceso fundacional de varios años a partir de 1724, así que si alguien la hubiera fundado el 24 de diciembre de 1726, lo habría hecho a la manera del despistado Don Rodrigo.
La segunda es que el actual mandato de la intendenta Carolina Cosse terminará en 2025, de modo que le viene bien organizar festejos del inicio de ese proceso fundacional este año, que es además electoral y la tiene como aspirante a la presidencia de la República.
La tercera es que hace poco se comenzó a impulsar la candidatura a la intendencia de Montevideo en 2025 del diputado colorado Felipe Schipani, a quien no parece disgustarle esa perspectiva y que probablemente buscó, en los últimos días, algún tema para criticar a Cosse que no fuera el ya muy trillado de la ciclovía en 18 de Julio.
Más allá de las obviedades antedichas, este incidente muestra la capacidad de algunos dirigentes políticos para proponer enfrentamientos a partir de cualquier asunto. Schipani, líder de una larga campaña contra dirigentes sindicales de la educación que ya casi nadie recuerda, alega que hace dos siglos hubo un pronunciamiento del Consejo de Administración de Montevideo, basado en un “exhaustivo informe del Instituto Histórico y Geográfico del Uruguay”, y parece convencido de que por lo tanto la cuestión ya quedó resuelta, como si el estudio de la historia fuera un trámite judicial.
Hay personas que les otorgan una enorme importancia a formalidades y precisiones que la vida elude. Algunas seguirán discutiendo más allá del hartazgo si el Club Atlético Peñarol es o no la continuidad del Central Uruguay Railway Cricket Club, mientras que otras insistirán en que no existe un acta fundacional del Club Nacional de Football. El año pasado se volvió a debatir si el golpe de Estado de 1973 fue en febrero o en junio.
Cabe acotar que el país en que vivimos conmemora el 25 de agosto de 1825, cuando se produjo una declaración de independencia acompañada por otra de reincorporación a las Provincias Unidas del Río de la Plata, y también el 18 de julio de 1830, cuando entró en vigencia nuestra primera Constitución. No el 27 de agosto de 1828, cuando las Provincias Unidas y el Imperio de Brasil, con mediación clave de Reino Unido, acordaron en Río de Janeiro que existiera un Estado independiente al este del río Uruguay (y en la historia nacional hay un gran hueco sobre lo que ocurrió durante casi dos años en los que ya éramos pero no del todo). Todo esto fue parte de un prolongado proceso cuyo comienzo puede situarse en 1811, en 1810 o aun antes, muchísimo más complejo que el de la fundación de Montevideo, sobre la que realmente no da para ponerse muy minucioso.
Hasta mañana.