Hoy es 23 de octubre. Faltan cuatro días para las elecciones nacionales.
Yamandú Orsi y Álvaro Delgado, los dos candidatos con más probabilidades de ganar la presidencia según las encuestas, realizaron ayer sus últimos actos previos a la elección del domingo. Se ha señalado mucho el escaso énfasis en las propuestas durante la campaña, y esto ha contribuido a que se perciba cercanía entre las opciones planteadas a la ciudadanía, pero en materia de contenidos y estilos hubo sin duda diferencias relevantes entre los cierres de campaña del Frente Amplio (FA) y el Partido Nacional (PN). Entre otras cosas, una vez más, gran parte de la oratoria del acto nacionalista estuvo centrada en criticar al FA.
En lo referido a los programas, tampoco cabe duda de que hay rumbos distintos. Hoy publicamos el segundo suplemento Decisiones 2024 dedicado a las principales iniciativas partidarias, y entre ellas incluimos las de política económica y laboral, que muestran la contraposición de orientaciones.
El PN, al igual que el Partido Colorado, promete que continuará con los lineamientos del actual equipo económico, que termina su gestión con resultados muy preocupantes en aspectos clave. Durante una parte de este período de gobierno hubo exportaciones récord en cantidades y precios, pero en promedio el crecimiento estuvo en niveles mediocres, y el saldo de aquella bonanza, causada por factores internacionales transitorios, dejó mucho que desear.
El lucro extraordinario de los grandes exportadores no fue acompañado por el “derrame” tantas veces prometido al resto de la sociedad, ni por una reinversión significativa que mejorara las posibilidades de diversificar la oferta al exterior. Su consecuencia más notoria fue un gran incremento de los depósitos en el exterior de una minoría, que ya tenía las cuentas más abultadas.
Al mismo tiempo, durante la mayor parte del período, el promedio del salario real disminuyó, arrastrando consigo a las jubilaciones y pensiones. El impacto de la caída de ingresos fue especialmente grave para la población más vulnerable, y la muy pregonada “recuperación salarial” en el tramo más cercano a estas elecciones, que también es un promedio, determinó una mejoría sólo para la décima parte que ya estaba en mejores condiciones.
De la suma de ambos factores derivó, como era inevitable, el aumento de la desigualdad, que también fue consecuencia del deterioro en la protección social y de lo que ha ocurrido en el mercado laboral. Los nuevos puestos de trabajo en este período de gobierno son en su mayoría de baja calidad, y la cantidad de personas con salarios sumergidos creció, en general y especialmente en la población joven. A esto se agregan, por si fuera poco, las persistentes desigualdades de género, potenciadas por el desarrollo insuficiente del sistema de cuidados.
Los discursos y los programas del actual oficialismo podrían registrar los problemas mencionados como un déficit y prometer que se corregirán si la coalición gobernante vuelve a ganar, pero no lo hacen. Delgado dijo anoche que este gobierno “cuidó a la gente”, pero está a la vista que cuidó mucho más a algunas personas que a otras.
Hasta mañana.