Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.

El Frente Amplio (FA) parece encaminado a definir la candidatura única de Francisco Legnani a la Intendencia de Canelones para las elecciones departamentales del año que viene. Esto tiene un par de peculiaridades políticas interesantes.

La primera está en la firme posibilidad de que no se postule a nadie más. En el contexto de los últimos ciclos electorales, es una decisión inusual y puede haber dudas sobre su conveniencia, porque el FA se privaría de acumular votos con hasta tres opciones, atractivas para distintos sectores de la ciudadanía canaria, contra una Coalición Republicana que presentará, casi seguramente, tres. Sin embargo, antes la doctrina frenteamplista, en todas las elecciones para ocupar cargos ejecutivos, era que hubiese una sola candidatura, y esto se planteaba como una consecuencia natural, incluso necesaria, de que existiera un solo programa.

Tal criterio, que llegó a ser doctrina, fue reemplazado con el paso de los años, en parte con el argumento ya mencionado de que varias postulaciones suman más. Otra razón, menos proclamada, es el interés de los sectores en acumular o mostrar fuerza propia, y en fortalecer a figuras que quieren promover.

El alegato por la sumatoria podría haber sido habitual y convincente en Canelones, un departamento que se destaca por su diversidad interna, pero el FA nunca ha presentado allí más de dos candidaturas en lo que va de este siglo, desde que las elecciones departamentales se separaron de las nacionales.

En 2020, cuando Yamandú Orsi fue reelegido como intendente, compitió como único candidato del FA (contra dos nacionalistas, un colorado y dos cabildantes). En las departamentales anteriores, de 2015, hubo dos postulaciones frenteamplistas, la del propio Orsi y la de José Carlos Mahía. Algo semejante había pasado antes con Marcos Carámbula: fue elegido por primera vez en 2005, cuando el FA también presentó como candidato a Luis José Gallo, y ganó la reelección en 2010 como candidato único. Aun antes, en el 2000 y también en 1994, el único candidato frenteamplista fue Ángel Spinoglio.

La segunda peculiaridad es que las sucesivas candidaturas, desde que el FA ganó por primera vez en 2005, se han definido con criterios de continuidad dentro de los equipos de gobierno, en el marco de alianzas y cooperaciones entre los sectores, y recayeron en personas con trayectoria en más de uno de ellos.

Orsi, integrante del Movimiento de Participación Popular con antecedentes juveniles en la Vertiente Artiguista, se desempeñó como secretario general de la intendencia durante los dos períodos de Carámbula, quien fue electo como frenteamplista independiente y había tenido militancia previa en los partidos Socialista y Comunista. Legnani fue director de Jurídica en los gobiernos de Carámbula, prosecretario general en el primer gobierno de Orsi y secretario general en el segundo. En esos casi 20 años fue socialista, vertientista, independiente y finalmente integrante de Convocatoria Seregnista-Progresistas.

Las características del frenteamplismo canario merecen ser estudiadas, entre otras cosas porque han incidido en la formación política del futuro presidente de la República.

Hasta mañana.