“Uno de los desastres súbitos más severos de la historia de Uruguay”: así describió el Sistema Nacional de Emergencias (Sinae) el tornado que azotó la ciudad de Dolores, en Soriano, exactamente hace nueve años, en 2016.
Efectos del tornado que azotó la ciudad de Dolores, en Soriano, en 2016.
Foto: Santiago Mazzarovich
Vientos con velocidades de entre 250 y 330 kilómetros por hora provocaron la muerte de cinco personas, dejaron más de 200 heridos y causaron pérdidas totales o parciales de 1.643 padrones. Asimismo, “163 locales comerciales en 67 manzanas se vieron impactados. El 48% de ellos fueron destruidos, el 18% dañados y el 34% presentó alguna afectación”, afirmó el Sinae.
En esa misma jornada también se produjeron “inundaciones de ribera y de drenaje, provocadas por lluvias copiosas que afectaron a 19 departamentos, siendo especialmente virulentas en San José, Colonia, Treinta y Tres, Rocha y Durazno”, recordó el Sinae. Como resultado de estas, se registraron otras cinco muertes y 12.470 personas fueron desplazadas: 2.954 fueron evacuadas y 9.516 se autoevacuaron.
Efectos del tornado que azotó la ciudad de Dolores, en Soriano, en 2016.
Foto: Santiago Mazzarovich
“Las consecuencias también incluyeron la afectación de la movilidad interna, la producción agropecuaria, los medios de vida, las viviendas y las infraestructuras”, señaló el organismo.
De la misma forma que otros eventos extremos pusieron de manifiesto carencias institucionales y provocaron la creación de entes y políticas para “avanzar en esa dirección”, “el tornado de Dolores no sólo evidenció la necesidad de respuestas coordinadas ante emergencias, sino que también subrayó la importancia de la fase de recuperación y la resiliencia de las comunidades”, destacó el Sinae.
Efectos del tornado que azotó la ciudad de Dolores, en Soriano, en 2016.
Foto: Santiago Mazzarovich
El organismo indicó que, a partir del tornado, se creó la Junta Nacional de Emergencias y Reducción de Riesgos (JNERR), “un ámbito de coordinación del Poder Ejecutivo para definir políticas públicas de reducción de riesgos y atención a emergencias y desastres”.