En medio de esta oscuridad global, la figura de Mujica, con su modo de convivir y construir civilidad, constituye un testimonio de que una alternativa es posible
Hoy y durante los próximos años construiremos un Mujica, quizás proyectado a través de nuestras ilusiones o de nuestros miedos. Quizás lo responsabilicemos de nuestros sueños o de tantos fracasos. Quizás él nos diría, con su sonrisa pícara, que nadie es tan importante y que la vida no es tan solemne.
Otro reflejo frecuente consiste en construir justificaciones que aplaquen el mismo error que condenamos en los adversarios o, lo que es peor, recurrimos a una especie de “desprolijómetro” o “corruptómetro”
En el actual escenario de cambio político se abren ventanas de oportunidad para revisar aspectos estructurales que han sostenido –y perpetuado– la fragilidad institucional del Inisa.
Hay una discusión más de fondo, de actualidad evidente, pese a que también tiene origen en León XIII. Se trata de la confrontación de la doctrina social con el individualismo.
No hay indignación en la sociedad uruguaya, y menos en su comunidad política, al ver que un país que dice representar los valores occidentales (o sea, los nuestros) esté utilizando el hambre como un arma de guerra.