Que los episodios circunstanciales electorales no nos hagan olvidar que el fin último de lo que llaman batalla cultural y su tufillo militar es mucho más amplio y se dirige a una defensa del capitalismo y sus principios.
¿Cómo asume alguien que es absolutamente racional, oficial de artillería y de estado mayor, de formación académica militar, general del ejército, esa ardua tarea de ponerse al frente de la izquierda?
Nuestra fuerza política ha optado por una acción política propositiva, acuerdista y prudente destinada al cambio social en sentido progresista y en defensa de los intereses populares.
Una modesta plaza ubicada frente a los talleres donde Coghlan desempeñó su oficio de oficial carpintero, y el reciente procesamiento del General retirado Walter Díaz Tito, se suman en dos formas de hacer justicia.
El futuro, desde ahora, parece ser más que incierto. Lo que una Siria sin gobierno central representa no es más que lo que muchos países de Oriente Próximo han sabido vivir: el caos institucional, la anarquía, el surgimiento de caudillos y la fragmentación.
Es casi imposible que las encuestas del balotaje fueran independientes, porque para ser independientes se tendrían que haber distribuido en otros rangos, más amplios y en torno al valor real.