Además de algunos temas de actualidad que inevitablemente iban a decir presente en los textos de las murgas, como el caso Astesiano, la reforma educativa, la gestión del ministro Heber y la frecuencia con que viajan los uruguayos a Argentina, este año hubo un asunto puntual que se repitió en la categoría. La salud mental fue abordada por varios conjuntos en sus repertorios, poniendo sobre la mesa un tema que no era habitual en Carnaval. La fragilidad, la soledad, la ansiedad y los trastornos del sueño estuvieron bajo la mirada de distintas propuestas.
Asaltantes con Patente, por ejemplo, dedicó su último cuplé a la importancia de la salud mental. Desde una dinámica en la que Germán Medina empieza terapia con Luis Ortiz, que hace las veces de psicólogo, la murga apunta decididamente al humor, ironizando con lo costoso de los tratamientos.
Sobre el cierre del bloque, Medina invita a “decir lo que sentimos, lo que nos pasa”, desmitificando aquello de que “pedir ayuda es de débiles”. Luego remata la murga, con una canción final contundente: “Sigue siendo un asunto en silencio, sigue siendo un secreto alejado, que parece ajeno a todos, pero que lo tenemos al lado”.
Nos Obligan a Salir es otra que tocó el tema, en una canción en la que se refiere a los momentos de tristeza, dolores y enredos de una persona. La figura de Jimena Vázquez interpreta de manera magistral a su personaje para transmitir el mensaje en uno de los puntos altos del espectáculo.
“Estoy gritando, aunque no escuchen mi voz. Estoy vacío, aunque me llenen de amor. Y si sonrío, sólo disfrazo el dolor”.
La Clave, con su cuplé del coach de la felicidad, interpela “el cuentito de que hay que estar felices todo el tiempo” y reflexiona, a través de la actuación de Albino Almirón, sobre el hecho de convivir con la fragilidad de la salud mental.
La murga Barrio Querido enfoca el tema de la ansiedad en uno de sus cuplés. Primero, desde un costado humorístico, para después girar hacia una mirada seria sobre el tema: “La ansiedad en la oreja siempre me habla, se las ingenia para ver qué sale mal”.
No sólo en la categoría murgas se encuentra el abordaje de la salud mental. La revista La Compañía en uno de sus cuadros critica al Estado por la poca relevancia que le da a estos temas y habla del “Vilardeusté”, en obvia referencia al hospital Vilardebó, como “el depósito de los locos pobres”.