Dos ómnibus repletos de hinchas, allegados y componentes salen desde el Sindicato Único de las Telecomunicaciones rumbo al Teatro de Verano. Es martes por la noche, y aún con heridas de los festejos del lunes a la mañana tras la noche de los fallos, la barra de Doña Bastarda va eufórica a recibir la copa de campeón.

El trofeo del primer premio de la categoría lleva el nombre de Carlos Fidel Abellá, fallecido en agosto pasado, quien era el director responsable de la murga, y padre de Camilo y Gastón, dos de sus integrantes; aunque, como varios de ellos reconocen, era el padre de todos.

La Bastarda no sólo ganó por primera vez en sus siete años de carnaval, sino que fue distinguida como mejor espectáculo del carnaval y contó con el destaque para Imanol Sibes, su cupletero, como figura máxima de la fiesta.

El espectáculo En la mala marcó el concurso y levantó elogios de forma unánime. Hablar sobre la realidad de las personas en situación de calle fue un proceso de “complejidad importante”, según contó Sibes a la diaria, y generó además un vínculo con integrantes de Ni Todo Está Perdido, colectivo de personas en situación de calle. El hecho de que enfrente al local de ensayo de la murga se encontrara un refugio del Mides reforzó esa conexión con la temática que se estaba tratando.

“Fue un carnaval súper especial. A los ponchazos. Tuvimos que hacer ensayos cerrados cerca de empezar a salir a los tablados. No nos imaginábamos esto. Pero una vez que engranamos con la idea, dijimos: tenemos algo poderoso entre manos, hay que defenderlo y hay que empujarlo”, contó Camilo Abellá antes de subir a actuar por última vez en el templo de Momo.

El director escénico y arreglador dijo que tras la primera rueda (la murga actuó el primer día del concurso) ya advirtió que podían pelear la categoría este año: “Te das cuenta un poco de que el espectáculo fluye. Ya tenés una percepción de que funciona todo”.

Otro de los momentos complicados que tuvo que superar Doña Bastarda en el carnaval fue una semana antes de la liguilla, cuando muchos de los componentes se vieron afectados por un virus: “Estábamos todos apestados. Incluso Nando Laforia vino con inyección de Benzetacil”. Para su padre, el legendario Luis Sapo Laforia, la murga también dedicó el logro obtenido.

Al recibir la copa en el escenario del Teatro de Verano por parte de Alfredo Jaureguiverry, presidente de Daecpu, Abellá recordó lo que ha mencionado en más de una ocasión: “Esta es una murga resiliente. Fue un proceso difícil, a veces duro, a veces lindo. Nosotros estábamos en duda de sacar el conjunto, pero mi viejo nos dijo que lo saquemos con toda la fuerza”.

Con su actuación de primer premio, el conjunto cerró entonces la ronda de ganadores del Carnaval 2025, cantando su retirada con los hijos e hijas de los componentes sumándose al coro, además de varios allegados que subieron al escenario. “Será mi murga, Doña Bastarda, mal maquillada, regresará”.

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